Dos bodas y un cigarral

Los diálogos de Rojas Zorrilla resultan más humorísticos cuanto más contenida y precisa es su interpretación

Escena de 'Entre bobos anda el juego'.ASÍS G. AYERBE

Cuando en nuestra hoy muy imitada Inglaterra las mujeres no tenían sitio en la escena, en España ya oficiaban de actrices, autoras, empresarias y directoras. El debate incipiente sobre la voluntad de las féminas, la legitimidad de sus apetitos, las libertades que podían tomarse y los límites a los cuales estaban sujetas aparecen en piezas espléndidas poco difundidas, como La viuda valenciana, La moza de cántaro y El valor de las mujeres, pero también en Entre bobos anda el juego, ejempl...

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Cuando en nuestra hoy muy imitada Inglaterra las mujeres no tenían sitio en la escena, en España ya oficiaban de actrices, autoras, empresarias y directoras. El debate incipiente sobre la voluntad de las féminas, la legitimidad de sus apetitos, las libertades que podían tomarse y los límites a los cuales estaban sujetas aparecen en piezas espléndidas poco difundidas, como La viuda valenciana, La moza de cántaro y El valor de las mujeres, pero también en Entre bobos anda el juego, ejemplo canónico de comedia de figurón.

En su preludio, interpretado con gracia chispeante por Isabel Rodes, Elena Rayos y Arturo Querejeta, queda claro que para Andrea tan lícito como querer marido es no quererlo bajo ningún concepto, y que no cabe peor esposo que el narciso Don Lucas que su padre quiere imponerle a Isabel: “Os ruego / que antes que os vais a casar / miréis lo que hacéis primero”, le advierte Cabellera como colofón del desembarazado informe que de su señor acaba de hacerle. Rojas Zorrilla presenta la petición de mano de la joven como acto mercantil: “Este caballero, / ¿piensa que le doy mujer / o piensa que se la vendo?”, se pregunta el padre de Isabel tras leer la carta de pago de don Lucas.

Los diálogos de Rojas Zorrilla resultan más humorísticos cuanto más contenida y precisa es su interpretación. Las de los tres actores mencionados son modélicas. La de José Ramón Iglesias, en el difícil papel protagonista, parece haberse contagiado de lo exagerado de su vestimenta. Entre Rodes y Daniel Albaladejo, actor eficacísimo pero no tan pluscuamperfecto galán como dice el texto, no se produce la reacción explosiva requerida. La afectación de Don Luis resulta sobrecargada y la elección de un actor para interpretar a Doña Alfonsa parece arbitraria habiendo tanta buena actriz en paro. Pie Izquierdo, compañía vallisoletana, ha repartido los papeles masculinos de esta comedia entre actrices, y viceversa: si llego a ver su montaje se lo contaré.

Entre bobos anda el juego. Texto: Francisco Rojas Zorrilla. Dirección: Eduardo Vasco. Teatro de la Comedia. Madrid. Hasta el 3 de marzo.

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