arte

El estilo y los hechos

Marla Jacarilla indaga en Madrid en la mutabilidad del lenguaje, su dimensión plástica y su carácter posibilista

'The story of Alice and Joaquin', instalación de Marla Jacarilla.

La novela El cuento de la criada, transformada en una plancha rugosa de papel reciclado, sobre la que se han dispuesto las frases que hablan, en la historia, de la pervivencia de la escritura. Esta conmovedora metáfora es una de las estrategias con que Marla Jacarilla (Alcoy, 1980) da cuenta de la mutabilidad del lenguaje, de su dimensión plástica y de su carácter posibilista: promisorio, sí, pero equívoco y potencial. El formato libro es, para Jacarilla, uno de los muchos dispositivos posibles para la literatura. Lo ha pr...

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La novela El cuento de la criada, transformada en una plancha rugosa de papel reciclado, sobre la que se han dispuesto las frases que hablan, en la historia, de la pervivencia de la escritura. Esta conmovedora metáfora es una de las estrategias con que Marla Jacarilla (Alcoy, 1980) da cuenta de la mutabilidad del lenguaje, de su dimensión plástica y de su carácter posibilista: promisorio, sí, pero equívoco y potencial. El formato libro es, para Jacarilla, uno de los muchos dispositivos posibles para la literatura. Lo ha practicado, con mérito, en su volumen de microrrelatos Mecánica de la desidia (Premio Art Nou 2012), si bien suele optar, con más frecuencia, por exponer la palabra en instalaciones repletas de fábula y análisis, técnica e inventiva, “entre el lirismo epiléptico”, nos dice, “y la rigurosa disciplina”. Oulipo, Art & Language y las textualidades del campo expandido, realizadas por escritoras del sector artístico, como Dora García, conforman la red hiperficcional donde se inscribe, desde el año 2005, su trabajo.

La oratoria es el género expresivo que reúne las cualidades de la palabra, la imagen, la performatividad y la voz. De ahí que la exposición incluya parlamentos inciertos, así el speech de investidura, o interrumpidos: el embajador ruso tiroteado en una galería de Ankara, componiendo el cadáver del orador —cadáver de World Press Photo—. Diseccionada, descompuesta, la iconografía del poder, más presente aquí que en sus proyectos anteriores, es teatro, e inminencia: en las líneas redactadas mientras se decide quién será presidente. Y se relaciona con un segundo tipo de discurso: la écfrasis fotográfica. Viejas fotos encontradas, huérfanas, argénticos espectros han inspirado un personaje, una historia, suspendida entre el registro y el azar, o, en la pieza más rotunda, un crisol de analogías entre la fábrica en ruinas y la íntima desposesión. Son dos modos complementarios de redactar el futuro, palabra proyectada, dudosa flecha, hacia el mañana, en pos de un porvenir de bienestar o distopía.

Si el discurso persuasivo está compuesto por hechos y estilo, res y verba, Jacarilla recurre a un amplio despliegue de formas, deconstruidas y recompuestas, para mostrar cómo los hechos quedan ocultos, desechados, por las hechuras del estilo. Ante sus precisas narraciones aéreas solo cabe preguntar: ¿es la autora una estudiosa de la retórica, una letrada collagista o una cuentista de órdago? ¿Quizá todo ello a la vez? Aún están a tiempo de descubrirlo.

‘Marla Jacarilla. Posibilidad y palabra’. Twin Gallery. Madrid. Hasta el 23 de diciembre.

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