Columna

‘Maraton Man’: Gloria bendita

El programa de #0 con Raúl Gómez está hecho por gente sonriente para hacer sonreir a la gente

Raúl Gómez en la salida de la carrera Behobia-San Sebastián.Vídeo: Movistar +

José Manuel y Pablito, padre e hijo, corren maratones. El primero pone las piernas, el segundo la ilusión, y ambos el corazón y las fuerzas para salir adelante. Pablo tiene parálisis cerebral y va en silla de ruedas. Empujarla en una carrera tan larga es duro, pero a José Manuel no le pesa. Hace poco, un banco le regaló a la familia una silla especial para que pudieran correr en una de las pruebas más míticas del circuito popular: la maratón de Nueva York. "El bólido", como llama al carro José Manuel, es una silla profesional y más ligera que la que usaban antes. Da igual que tarden más de cin...

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José Manuel y Pablito, padre e hijo, corren maratones. El primero pone las piernas, el segundo la ilusión, y ambos el corazón y las fuerzas para salir adelante. Pablo tiene parálisis cerebral y va en silla de ruedas. Empujarla en una carrera tan larga es duro, pero a José Manuel no le pesa. Hace poco, un banco le regaló a la familia una silla especial para que pudieran correr en una de las pruebas más míticas del circuito popular: la maratón de Nueva York. "El bólido", como llama al carro José Manuel, es una silla profesional y más ligera que la que usaban antes. Da igual que tarden más de cinco horas en recorrer los 42 kilómetros, padre e hijo corren, chocan las manos de cientos de personas del público a lo largo del recorrido, chillan y cantan juntos. No hay cansancio, no hay calambres y poco importa la fatiga. Solo se aprecia felicidad y sonrisas. Muchas sonrisas.

Historias como la de esta familia sevillana hay unas cuantas, pero esta en concreto llegó a través de Raúl Gómez y su Maraton Man, en el canal #0 (dos temporadas, 15 capítulos, todos en el servicio de vídeo baja demanda de Movistar +, y habrá una tercera). Y resume a la perfección todas las virtudes de un programa hecho por gente sonriente para hacer sonreir a la gente. Poco importa que el espectador no corra o no haga deporte y le importe poco todo esto, Raúl (llamarle Gómez me suena raro y distante) transmite a todos sus buenas vibraciones a través de sus carreras por todo el mundo (Cuba, España, México, India, Japón, Argentina, Inglaterra, Francia, Noruega...) y sus encuentros con un buen puñado de corredores que tienen grandes historias que contar. Sonreirán mucho y llorarán de emoción un poco cuando vean el programa.

"Ojalá el capítulo de la maratón de Sevilla con José Manuel y Pablito haya ayudado a que consiguieran la silla", me decía un Raúl feliz, enseñándome una foto de padre e hijo con 'el bólido', hace poco al cruzarnos en un pasillo en la celebración del primer aniversario de #0. Robándole a Raúl Gómez su frase estrella en el programa, Maraton Man es "gloria bendita". Y muchas sonrisas.

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