Ya hay 30.000 puntos de recarga para coches eléctricos de uso público en España, pero se utilizan solo el 6,3% del tiempo
El Anuario de la Movilidad Eléctrica constata que en 2023 se vendieron casi 140.000 vehículos enchufables, un 12,2% del total
Una de las principales cuestiones que echa para atrás a los ciudadanos a la hora de comprarse un coche eléctrico es la impresión de que no hay suficientes puntos de recarga de acceso público. Sin embargo, han vivido un crecimiento exponencial en dos años: ...
Una de las principales cuestiones que echa para atrás a los ciudadanos a la hora de comprarse un coche eléctrico es la impresión de que no hay suficientes puntos de recarga de acceso público. Sin embargo, han vivido un crecimiento exponencial en dos años: en 2022 aumentaron un 38%, pasando de 13.300 a 21.500, y el año pasado subieron aún más: un 41% hasta los 30.350. De hecho, según el segundo Anuario de la Movilidad Eléctrica difundido este miércoles, estos equipos de acceso público tienen un tiempo de uso medio de solo el 6,3%. “Cualquiera que diga que no hay puntos de recarga no hace honor a la verdad, hay puntos de recarga más que suficientes”, ha señalado en la presentación de estos datos Arturo Pérez de Lucia, secretario general de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica de España y Portugal (Aedive), donde también se ha explicado que en 2023 se vendieron casi 140.000 vehículos enchufables, un 12,2% del total (el año anterior fue el 13%).
El anuario no da cifras de cargadores privados en casas o garajes particulares, que deben ser muchos más, pero resultan más difíciles de contabilizar —por ejemplo, solo Iberdrola ha instalado ya 25.000—. En lo que respecta a aquellos de acceso público, la infraestructura de carga rápida (de 50 a 250 kW), disponible para todos los usuarios, creció un 95%, pasando de 984 puntos a 1.923. Mientras, la ultrarrápida (con más de 250 kW) aumentó un 90%, de 309 a 587 emplazamientos. Se trata de puntos en funcionamiento, pues hay miles ya instalados pero a la espera de conectarse a la red. Este tipo de recargas son fundamentales para los viajes, pues permiten cargar el coche en tiempos que van de los 15 a los 30 minutos, el tiempo que se puede tardar en parar, ir al baño y tomar un café, al igual que en un coche de combustión. Sin embargo, todavía hay mucho margen de mejora: según un reciente análisis de EL PAÍS con datos de final de año, tan solo el 6% de los cargadores del país superan los 150 kW.
Los puntos ultrarrápidos de acceso público son, precisamente, los más demandados por los ciudadanos. Según una encuesta de Aedive y la Asociación de Usuarios de Movilidad Eléctrica (Auve) incluida en el anuario, la gran mayoría de los usuarios de este tipo de vehículos creen que lo más importante es la expansión de la carga ultrarrápida en carretera. Además, el 63% de quienes ya tienen un eléctrico cree que se puede viajar por España sin problemas, mientras que otro 29% piensa que sí es posible viajar, pero no por todas las comunidades autónomas, pues en algunas hay todavía pocos sitios para cargar. “Hay infraestructura de recarga suficiente para viajar por España. Y lo digo como usuario de estos vehículos desde hace 10 años”, ha explicado Pérez de Lucia.
El otro reto son los puntos de recarga lentos para quien no puede disponer de uno en su vivienda o en su trabajo. “Estamos trabajando en parkings públicos, parkings de residentes, y el mercado está desarrollando diferentes soluciones para las vías públicas”, ha comentado el portavoz de Aedive. “También hay que mejorar la señalética para que todo el mundo sepa dónde se puede cargar”, ha añadido. En este sentido, la DGT ha sacado una señal para informar de dónde se encuentran estos emplazamientos. En total, sumando puntos rápidos y lentos, en 2023 hubo 8.777 nuevos equipos instalados operativos. Según Aedive, el ratio de uso medio del 6,3% muestra que el despliegue de estos equipos que “está muy por encima de las necesidades del parque de vehículos eléctricos actual”.
El anuario, el análisis más completo del sector, ha calculado también el consumo eléctrico en la recarga de estos vehículos: supuso 640 GWh el año pasado, de los que 92 GWh se consumieron en la recarga pública y el resto en vinculada, es decir, en el hogar o en el trabajo. Así pues, los usuarios suelen recurrir más a cargadores cercanos en garajes privados o empresas que a los de acceso público. Ese consumo equivale al que realizan al año 200.000 hogares y unas emisiones evitadas de 500.000 toneladas de CO₂, lo que según Aedive “muestra la importancia que está adquiriendo el vehículo eléctrico desde las perspectivas energética y ambiental”.
Tardanza en las ayudas para vehículos eléctricos
Respecto a la venta de coches enchufables, 2023 se cerró con casi 140.000 unidades de eléctricos e híbridos enchufables (139.185), con un aumento del 39% respecto al año anterior y una cuota de mercado del 12,2%; de ellos, 76.347 eran eléctricos puros (46% de subida) y 62.838 híbridos enchufables (30%). En este caso hay un cierto estancamiento, ya que el año pasado la cuota llegó al 13%. Fuentes del sector lo achacan a la tardanza en cobrar las ayudas del Plan Moves, cuyo plazo puede superar los dos años, que el Gobierno ya se han comprometido a reformar y agilizar.
La secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, ha participado en la presentación del anuario, realizada en el Ministerio para la Transición Ecológica. Aagesen ha apuntado que la movilidad eléctrica “es fundamental para abordar el reto del cambio climático y de la transición energética”. En este sentido, ha recordado que el transporte es “el mayor emisor de nuestro país”, pues ya ha superado el 30% de las emisiones totales, que además “nos lleva a una gran dependencia exterior que nos hace vulnerables”. Por eso, “cuando hablamos de movilidad eléctrica hablamos de autonomía estratégica”, y ha destacado que el Gobierno está comprometido con este tipo de movilidad.
Pérez de Lucia ha finalizado con un mensaje optimista. En su opinión, en los próximos cinco años, “viviremos un cambio tecnológico con avances extraordinarios en el diseño de baterías, que condicionará las autonomías y capacidades de los vehículos eléctricos del futuro, con mayores densidades energéticas y químicas ligadas al electrolito sólido y a otras alternativas al litio. Además, llegará la recarga de megavatio, para dar respuesta también a los vehículos eléctricos pesados. Se impulsará la producción europea de vehículos más asequibles en precio y pequeños y también la fabricación aditiva, ya presente en la automoción”.
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