Aparecen toneladas de peces muertos en el río Oder, entre Polonia y Alemania
Las autoridades señalan que la contaminación de las aguas ha causado un daño ambiental tan severo que el río tardará años en recuperarse
Las autoridades alemanas y polacas están contemplando desde hace días cómo el río Oder, una emblemática vía fluvial que divide a Polonia de Alemania a lo largo de 187 kilómetros, se ha llenado de peces muertos. Los dos países están investigando todavía las causas y buscan al responsable de la catástrofe. El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, ha comunicado que las aguas del río están contaminadas posiblemente con mercurio y otras sustancias químicas venenosas. “Cantidades enormes de desechos químicos fueron arrojadas al río Oder con conocimiento total de los riesgos y las consecuencias...
Las autoridades alemanas y polacas están contemplando desde hace días cómo el río Oder, una emblemática vía fluvial que divide a Polonia de Alemania a lo largo de 187 kilómetros, se ha llenado de peces muertos. Los dos países están investigando todavía las causas y buscan al responsable de la catástrofe. El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, ha comunicado que las aguas del río están contaminadas posiblemente con mercurio y otras sustancias químicas venenosas. “Cantidades enormes de desechos químicos fueron arrojadas al río Oder con conocimiento total de los riesgos y las consecuencias”, ha escrito Morawiecki en una publicación en su cuenta oficial de Facebook. “No vamos a abandonar el asunto. No vamos a descansar hasta que los culpables sean castigados severamente”. Las autoridades señalan que la acción ha causado un daño ambiental tan severo que el río tardará años en recuperarse.
La presencia de los peces muertos flotando en el río desató todas las alertas en la ciudad fronteriza polaca de Olawa, donde también se encontraron los cadáveres de otros animales, como castores. El jefe de la autoridad nacional de aguas de Polonia, Przemyslaw Daca, ha comunicado que los servicios de limpieza ya habían sacado del río 10 toneladas de peces muertos. “Esto muestra que estamos lidiando con una catástrofe ecológica gigante y escandalosa”, ha dicho en una conferencia de prensa.
Mientras tanto, Alemania se ha quejado de que Polonia no haya respetado un tratado internacional al no informarles inmediatamente sobre la contaminación del río. Fue un capitán de barco quien informó a las autoridades alemanas sobre los peces muertos el pasado 9 de agosto.
La alcaldesa de Schwedt (Alemania), Annekathrin Hoppe, que este sábado ha iniciado una operación para recoger los restos de animales, ha descrito la situación como un “desastre medioambiental de proporciones sin precedentes”. Hoppe ha declarado que temía que los efectos en el Parque Nacional del Valle del Bajo Oder fueran tan grandes que duraran años. “El turismo y las industrias de pastoreo y pesca también se verán gravemente afectados”, ha dicho.
El Parque Nacional del Valle del Bajo Oder, cerca de Schwedt, se fundó hace más de 25 años y es el único parque nacional de llanuras aluviales de Alemania. La zona en la frontera germano-polaca tiene 50 kilómetros de longitud y una superficie de más de 10.000 hectáreas. Se extiende a lo largo de la orilla occidental del Oder, desde Hohensaaten en el sur hasta Staffelde en el norte. Las aves acuáticas y otras aves migratorias utilizan la zona como lugar de descanso.
El Ministerio de Medio Ambiente de Mecklemburgo-Pomerania Occidental (Alemania) supone que la mortandad de peces en el Oder podría repercutir en la laguna de Szczecin y ha anunciado este sábado que la contaminación podría llegar a la desembocadura, cerca de Szczecin (Polonia), ya por la tarde, dependiendo de las condiciones del viento y de la corriente, según ha escrito el ministerio en un comunicado. En el transcurso del sábado, la parte prepomerana de la laguna de Szczecin también podría verse afectada. “Todavía no podemos tener una visión general de toda la dimensión”, ha admitido el Ministerio, que ha pedido a los ribereños, como medida de precaución, que se absengan de pescar y extraer agua del río, independientemente de su uso.
La policía polaca ha ofrecido este sábado una recompensa de 210.000 euros para encontrar al autor de la contaminación. La ministra alemana de Medio Ambiente, Steffi Lemke, ha ido un poco más lejos y ha exigido una investigación completa para determinar las causas de lo que calificó como un “desastre medioambiental”.
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