2021: más desastres climáticos cada vez más costosos

El año pasado fue uno de los más catastróficos con 20 eventos que superaron daños por 1.000 millones de dólares en Estados Unidos

Mike Castle abraza a su hija tras el paso de un tornado en Kentucky en diciembre pasado.MINH CONNORS/USA TODAY NETWORK (Reuters)

2021 comenzó con una de las peores sequías en California y una serie de deslaves. Y terminó con varios tornados mortales en el sureste y un colosal incendio forestal en Colorado en diciembre, que fue además el diciembre más caluroso registrado nunca. El cambio climático deja cada vez más desastres naturales en Estados Unidos. El pasado fue uno de los más catastróficos: 20 episodios que ocasionaron la muerte de 688 personas y daños por 145.000 millo...

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2021 comenzó con una de las peores sequías en California y una serie de deslaves. Y terminó con varios tornados mortales en el sureste y un colosal incendio forestal en Colorado en diciembre, que fue además el diciembre más caluroso registrado nunca. El cambio climático deja cada vez más desastres naturales en Estados Unidos. El pasado fue uno de los más catastróficos: 20 episodios que ocasionaron la muerte de 688 personas y daños por 145.000 millones de dólares, de acuerdo con un informe oficial publicado el lunes. El deterioro climático cuesta cada vez más a los humanos con incidentes cada vez más habituales.

El registro de desastres vividos en 2021 lo coloca como el segundo año con más incidentes mil millonarios solo después de 2020, que registró 22. La tendencia reciente es preocupante. El pasado se ha convertido en el séptimo año consecutivo en el que se registran diez o más eventos catastróficos. Todo indica que hay un aumento de sequías, inundaciones, heladas, tormentas, huracanes, incendios forestales, tormentas invernales y tornados. En la década pasada, entre 2010 y 2019, existían anualmente, en promedio, unos 12,3. Los últimos tres años, en cambio, han dejado 18,7.

El informe preliminar de la Oficina de Administración Oceánica y Atmosférica (Noaa por sus siglas en inglés) señala que históricamente el sur, centro y sureste de Estados Unidos son los más afectados por este tipo de fenómenos. Texas registró en febrero una tormenta invernal que dejó centenares de muertes. Además, vivió entre el 12 y el 15 de abril la peor serie de tormentas de granizo en nueve años. La región también se vio impactada por cuatro huracanes, Zeta, Delta, Sally y Laura, que junto a la tormenta tropical Eta dejaron inundaciones récord. “Estas zonas también tienen proyectados los impactos futuros más negativos”, indica el documento, que se dará a conocer de forma íntegra el jueves.

Un bombero descansa un momento en medio del combate a un incendio en Colorado el pasado 30 de diciembre.Marc Piscotty (AFP)

Uno de los impactos más notorios de estos desastres son el número de vidas humanas que se cobran. Con 688 fallecimientos, 2021 es el sexto año más mortífero entre los analizados por la agencia, que comienzan en 1980 (donde solo hubo tres con 1.280 víctimas: una sequía de cinco meses, el huracán Allen y unas tormentas). La sequía, que estuvo presente los 12 meses del año en varios Estados del sur y sureste del país, y las altas temperaturas que la provocan fueron el fenómeno más mortal con 229 muertes. Le siguen las tormentas invernales de inicio de año, que dejaron 226 fallecidos. La combinación de cuatro huracanes y 15 tormentas dejaron un saldo de 228 personas sin vida. Los incendios forestales, aunque muy impactantes, son los que menos víctimas dejan. Únicamente ocho en un año.

El costo de los 20 desastres dejaron daños por 145.000 millones de dólares. Es el tercer año más costoso para las aseguradoras después de 2017 y 2005. “El número y los costos de los desastres están aumentando con el tiempo gracias a una combinación de exposición y vulnerabilidad. El cambio climático está aumentando la frecuencia de ciertos extremos que ocasionan desastres de más de mil millones de dólares”, señala la Noaa citando el cuarto reporte del clima, hecho en 2018 por varias agencias especializadas de EE UU.

Los más costosos fueron cuatro huracanes, que dejaron una cuenta de 78.000 millones de dólares, el 54% del monto total de la veintena de incidentes. De esta parte casi la totalidad fue generada por Ida, la tormenta más dañina en tocar tierra en el sureste del país desde finales del siglo XIX. El meteoro dejó una devastación inmensa en Luisiana y Misisipi con pérdidas de 75.000 millones de dólares. A este le sigue Fred, que golpeó varias entidades en agosto, con daños por 1.300 millones. Las heladas vividas en Texas, que se agravaron por fallas en la red eléctrica que provocaron una crisis política al Gobierno local, también estuvieron entre las más cuantiosas: 24.000 millones de dólares (16%).

Los impresionantes tornados que cerraron un año de destrucción en la zona central y del sureste del país, afectando principalmente a varios condados de Kentucky, representaron pérdidas por 5.700 millones de dólares. “Nunca vi una destrucción igual”, dijo el presidente Joe Biden cuando visitó la zona, el 15 de diciembre pasado. El cambio climático llama a abrocharse los cinturones para encarar 12 meses donde nos hemos acostumbrado a que el desastre sea normalidad.

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