La cerceta pardilla ‘valenciana’ que triunfa en EE UU

Pese a su plumaje discreto, desprovisto de colores llamativos, el antifaz que cubre sus ojos es el principal distintivo de una de las especies más emblemáticas de la avifauna que habita en los humedales mediterráneos. Patches (antifaz en inglés) da nombre al protagonista de un documental de producción valenciana que acaba de recibir la distinción como Outstanding Excellence en el Nature without borders International Film Festival de Estados Unidos, un prestigioso festival dedicado al audiovisual mundial de vida salvaje. El cortometraje, d...

Pese a su plumaje discreto, desprovisto de colores llamativos, el antifaz que cubre sus ojos es el principal distintivo de una de las especies más emblemáticas de la avifauna que habita en los humedales mediterráneos. Patches (antifaz en inglés) da nombre al protagonista de un documental de producción valenciana que acaba de recibir la distinción como Outstanding Excellence en el Nature without borders International Film Festival de Estados Unidos, un prestigioso festival dedicado al audiovisual mundial de vida salvaje. El cortometraje, de una duración televisiva de 52 minutos, reivindica la cerceta pardilla (Marmaronetta angustirostris), un pato de tamaño menudo al que se le considera como una de las aves más amenazadas en Europa.

El documental, del género wildlife o fauna salvaje, sigue la vida de tres generaciones de cerceta pardilla: la primera, la última en libertad, muere en su viaje migratorio en la dunas del Sahara, cuando esta especie de anátida apenas cuenta con 30 individuos en el continente europeo; la segunda corresponde a la madre de la protagonista, llamada Rosseta, denominación con la que es conocida la especie en valenciano, que nace en cautividad; y la tercera es Patches, la última de la estirpe, nacida como su madre, que conoce la libertad para poblar el humedal que conocieron sus ancestros. Todo en una historia de aventuras, cuyo éxito depende de la supervivencia de la especie, que recorre La Albufera de València, la Marjal de Almenara y la Marjal del Moro de Puçol y Sagunt, el Parque Natural de Santa Pola en Alicante y el del Hondo en Elx, además de Las Marismas de Odiel y la Dehesa de Abajo en Doñana y los humedales de la costa Atlántica de Marruecos.

Aunque el punto de vista siempre pertenece al pato, la actividad humana está presente en un doble sentido, como causante de su estado en peligro de extinción y como salvadora para devolver a la especie a su espacio natural, en un guiño a las labores de reintroducción impulsados por el Centro de Recuperación del Saler, que han facilitado las sueltas en Parque Natural de El Hondo, y al reconocimiento de Europa en su apuesta por EL proyecto LIFE de la cerceta pardilla que lidera la Fundación Biodiversidad, adscrita al Ministerio para la Transición Ecológica.

“No es un animal mediático, pero al ser una de las aves en mayor peligro de extinción de la avifauna europea, nos importaba mucho explicar la historia de cómo pasar de estar casi desaparecido a ser protagonista de trabajos de recuperación. Valencia ha sido un centro con proyectos de reintroducción muy potentes y bien llevados, similares a los logros con el calamón, la focha cornuda y la malvasía. Hay mucha experiencia en la recuperación de aves acuáticas en peligro de extinción. En los dos primeros años, las cercetas ya han hecho una cría importante, y les han puesto transmisores para hacer seguimiento de sus migraciones a Marruecos”, celebra Batista Miguel, director de la producción, que ha supuesto dos años de grabaciones ininterrumpidas y que ha gozado el asesoramiento del conocido biólogo Pablo Vera, técnico de SEO/BirdLife en la Comunitat Valenciana.

El ‘Attenborough’ valenciano

Biólogo de formación y documentalista desde 1987, Miguel cuenta con una trayectoria que le ha permitido asistir a la evolución de los equipos de rodaje. “Antes íbamos siete o diez personas y teníamos una semana para rodar una secuencia, ahora vamos tres personas y solo tenemos media parte de un día para que salga rentable. Hemos retrocedido en general en el audiovisual, con menos medios y más barato”, lamenta este documentalista curtido en la paciencia de rodar a los animales para lograr el plano deseado. “Aunque técnicamente ha cambiado mucho, la narrativa no tanto. El estilo que más me gusta, al que más me aproximo, aunque con casi 40 años te haces el tuyo propio, es el de la BBC- Attenborough, que no ha cambiado”, observa Miguel.

El documental ha contado con el apoyo de La Casa del Mediterráneo y la colaboración de la Generalitat Valenciana, como facilitadora de los escenarios de rodaje. Sin embargo, la fauna salvaje nunca ha despertado un gran interés en el audiovisual español, recuerda este biólogo y documentalista. “Nunca se ha considerado como un género. Los responsables del audiovisual siempre han considerado que si no salen personas no es arte. Llevo más de treinta años pidiendo ayudas públicas al audiovisual valenciano y las dos únicas veces que me han dado algo era en temas que no eran de naturaleza. Las televisiones no tienden tampoco a comprar, porque ya tienen a Attenborough. Para apoyar el aprecio por la biodiversidad y saber comportarse con ella, los medios de comunicación públicos deberían considerar este tipo de material porque hace una aportación social evidente”, recalca Miguel.

Una trilogía sobre la avifauna de los humedales

Posproducido por Javier Sánchez, Patches, cuya dirección de fotografía firma Manuel Pascual y cuya música cuenta con la participación del pianista Christian Molina Anaya, es el primer documental de una trilogía dedicada a la avifauna de humedal. “El segundo será un monográfico dedicado a los flamencos, con el título The fire bird (El pájaro de fuego), y vendrá más adelante un tercer elemento. Todo se enmarca en el proyecto inicial Wings over Water, pensado en un principio como una serie de seis capítulos de media hora que se ha transformado en tres documentales para poder sacar el producto adelante para el mercado internacional de producciones televisivas”, explica Álvarro Olavarría, coproductor del documental junto con el también productor Joan Baptista Miguel Sanz.

“Tal y como estaba aquí el mercado en 2018, vimos en varios festivales que las producciones de documentales de naturaleza en 4K se vendían muy bien, sobre todo en el mercado asiático. El audiovisual valenciano no despega en el sentido estricto y hemos tenido que dirigirnos al mercado internacional. El volumen de trabajo de una productora en Valencia, y con estos temas, es pequeño. Cuando quieres hacer algo de mayor envergadura, una buena forma es juntar fuerzas para producir por cuenta propia, porque estos documentales no se tiene en cuenta en España para coproducciones de televisión ni en ayudas”, lamenta el productor Olavarría, de Ukemotion, empresa audiovisual que apoya el portal ambiental Samarucdigital, y que forma una unión temporal de empresas, Ukedocu U.T.E., con Docu Producciones S.L, que nació de un anterior proyecto, A Tale of Geographical Indications in India, para la Unión Europea.

Tras su primera exposición pública en el prestigioso festival de documentales de naturaleza de Estados Unidos, a Patches, grabada en formato 4K y en inglés --aunque será doblada al español y el valenciano--, le queda por delante una cadena de largo recorrido. “Hemos cedido la distribución a Artico Distribution, distribuidora internacional de documentales. El siguiente paso es presentarse a algunos festivales más, pero, sobre todo, dada la inversión propia y costosa, queremos venderlo a las televisiones. La ventaja es que los documentales de vida salvaje tienen una caducidad o una trayectoria de venta bastante larga”, describe Miguel.

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