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Chile endurece las reglas electorales: multas por no sufragar y más exigencias al voto extranjero

La Cámara de Diputados despacha a ley una norma para sancionar a los chilenos que no acudan a los comicios de este 2025. También aprueba aumentar los requisitos para la participación de migrantes en elecciones, la cual regirá el próximo año

La Cámara de Diputados aprobó este miércoles una ley que fija multas de 0,5 a las 1,5 unidades tributarias mensuales (UTM), lo que oscila entre 34.000 y 102.000 pesos (35 a 105 dólares), para quienes no acudan a votar. La sanción regirá únicamente para ciudadanos chilenos, dado que los migrantes habilitados para sufragar no estarán obligados a participar en los comicios presidenciales y legislativos de este 2025.

Solo se podrán eximir de multas las personas que no puedan acudir a sus locales de votación por una enfermedad, estar ausentes del país o por encontrarse en una localidad ubicada a más de 200 kilómetros del sitio de votación y en el caso de aquellos electores que no puedan ejercer su derecho porque se los impide una discapacidad. La iniciativa contó con el respaldo de 127 parlamentarios, el rechazo de siete y la abstención de 11.

Pero esta no ha sido la única modificación realizada en materia de comicios. En paralelo, la Cámara de Diputados también dio luz verde a una reforma constitucional impulsada por el Gobierno de Gabriel Boric que eleva los requisitos para el voto de los extranjeros. Este cambio comenzará a regir a partir de 2026, dado que el padrón electoral ya está cerrado en el país, y aumenta el requisito de cinco a 10 años o más ininterrumpidos de avecindamiento para que los extranjeros, mayores de 18 años, puedan participar en votaciones en Chile. Fue una reforma aprobada con 147 votos a favor, cuatro abstenciones y sin oposición alguna, en la Sala de la Cámara de Diputados.

Sobre los dos proyectos aprobados, ambos respaldados por el Ejecutivo, Álvaro Elizalde, ministro del Interior, dijo que siempre fueron partidarios de “consagrar legalmente la obligación de votar, conforme lo establece el mandato constitucional, pero que en paralelo tenía que resolverse el tema de los requisitos de los extranjeros para votar”.

La ministra secretaria general de la Presidencia, Macarena Lobos, a cargo de ambas las gestiones en el Congreso, indicó que estas normas representan el cumplimiento de un compromiso adquirido por el presidente Gabriel Boric. Respecto al establecimiento de multas para quienes no acudan a las urnas el 16 de noviembre, Lobos dijo que “esto nos permite, por una parte, dar certezas sobre las reglas del juego para las próximas elecciones”.

De los proyectos aprobados el que más debate generó fue el aumento de requisitos para el voto extranjero, aunque finalmente encontró amplio consenso. Andrés Longton, diputado de Renovación Nacional (RN), de la derecha tradicional, indicó durante la discusión en la Cámara Baja que los migrantes irregulares no tienen derecho al sufragio, sino los que se ingresaron de forma legal al país. “A mí me llama la atención que la izquierda pretenda castigar al migrante que ingresa por la puerta y sigue premiando al que ingresa por la ventana”.

La Administración de Boric ya intentó en marzo regular el voto de los extranjeros solo para que participaran en las elecciones municipales y plebiscitos comunales, pero la comisión de Gobierno del Senado declaró inadmisible las indicaciones que presentó en ese momento. La derecha, entonces, acusó al Ejecutivo de querer limitar el sufragio debido a que no saldrían favorecidos.

Lo cierto es que Chile es uno de los países con mayores flexibilidades electorales para los extranjeros. Según el Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA), solo Ecuador, Uruguay, Nueva Zelanda y Malawi tienen legislaciones parecidas a la chilena.

El sufragio extranjero se instauró durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), estando vigente desde la Constitución de 1980, y buscaba reconocer mayormente a los migrantes europeos en el país.

Pero los migrantes se convirtieron en un grupo numeroso en los últimos años, por lo que su incidencia en las elecciones chilenas se ha transformado en un asunto relevante. Según datos del Servicio Electoral (Servel), el registro provisorio de 2025 corresponde a un 5,6% del universo de más de 15,7 millones que conforma el padrón electoral. De acuerdo con este mismo registro, las tres nacionalidades que lideran a la cantidad de personas habilitadas para sufragar son las venezolanas, con 237.889 (27% del total de extranjeros); las peruanas, con 193.883 (22%) y las colombianas con 103.239 (12%).

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