Miedo, tristeza y sospechas: el funeral de Ronald Ojeda, el exmilitar venezolano asesinado en Chile por el Tren de Aragua
La familia del disidente de 32 años, refugiado político desde 2018, acusa “negligencia” policial y apunta al Gobierno de Maduro
El funeral del exmilitar venezolano Ronald Ojeda, un refugiado político en Chile que fue secuestrado y asesinado por delincuentes vinculados a la organización criminal transnacional Tren de Aragua en Santiago, ha transcurrido entre tristeza, miedo y repudio al Gobierno de Nicolás Maduro. “Sea quien sea el culpable, que salga a la luz; obviamente yo sé quién fue, pero no lo puedo decir, lo dirán las pruebas”, ha afirmado la viuda este viernes en el Cementerio Parque Canaán, en la capital, donde acudieron cerca de una treintena de personas.
Los familiares del exteniente, de 32 años y asilado político en Chile después de fugarse de la cárcel militar de Ramo Verde tras ser acusado de “traición a la patria” y otros delitos en Venezuela, sospechan que la muerte fue planificada desde Caracas. “Él tenía muchos conocimientos de los crímenes que ha cometido la dictadura, por eso todo llegó hasta este cruel final. En su poder tenía las atrocidades que hacía o hace el Gobierno. Pedimos que se haga justicia”, agregó la hermana.
Esta es la primera vez que los parientes del militar disidente ofrecen declaraciones públicas en Santiago después del secuestro, que se produjo la madrugada del 21 de febrero en su departamento en la comuna de Independencia. Fueron cuatro sujetos con uniformes falsos de la Policía de Investigaciones (PDI). Solo el hermano del teniente primero (r) del Ejército, Javier Ojeda, quien no reside en Chile, había dado un par de entrevistas y difundió hace unos días un corto vídeo para pedir identificar el cadáver de su Ronald Ojeda, encontrado el 1° de marzo dentro de una maleta enterrada a 1,4 metros de profundidad bajo cemento, en una barriada informal en el municipio de Maipú.
Con todo, los dolientes han sido cautelosos, señalando que no se sienten seguros después del crimen. “Cuando secuestraron a Ronald me volvió el miedo, los malos recuerdos, el horror y el sufrimiento vivido en Venezuela. Mi hijo también estuvo preso por no cumplir una orden allá”, asegura en medio de la ceremonia la madre de un excompañero de Ojeda a EL PAÍS.
El traslado del ataúd desde la funeraria, en el municipio de Las Condes, hasta el cementerio, en la comuna de Pudahuel, ha estado custodiado por funcionarios de Carabineros. Sobre el féretro de Ojeda fue colocada una bandera venezolana, una camisa negra con el escudo de las fuerzas especiales de ese país –tropa comando a la que perteneció el exmilitar– y algunas flores; entre ellas, tres rosas (amarilla, azul y roja) arrojadas por su hijo de cuatro años en un momento especialmente conmovedor.
“¡Por favor, búsquenlo!”
La hermana de Ojeda hizo acusaciones de una presunta “negligencia” de los policías que atendieron el caso durante las primeras horas del plagio, al supuestamente no actuar con rapidez en las pesquisas. “Nosotras gritábamos: ¡No son PDI, por favor, búsquenlo! Pero Carabineros se reía. La búsqueda empezó a las 5:30 o 6:00 am (del 21 de febrero), casi dos horas después del secuestro. Hasta yo les dije que buscaran la patente por las cámaras, y luego de 40 o 50 minutos la buscaron. Hubo un total retraso y negligencia”, señaló.
También ha sugerido a las autoridades chilenas no realizar acuerdos policiales con Maduro. En tanto, Diosdado Cabello, diputado y el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), ha vuelto esta semana a negar cualquier relación con el crimen. “A ese muchacho que mataron en Chile (Ojeda) lo dejaron solo, lo mataron bandas armadas, las bandas de delincuentes, de mafias, a las cuales pertenece (Iván) Simonovis”, sostuvo.
La investigación por el plagio y homicidio del exmilitar fue declarada secreta por la Fiscalía de Chile. De los involucrados en el crimen, sólo está detenido un adolescente de 17 años, de nacionalidad venezolana que ingresó a Chile de forma irregular, y existen órdenes de captura contra otros dos sujetos identificados que se presume ya estarían fuera del país.
Pese a que se han filtrado los nombres de los delincuentes buscados, la ministra del Interior, Carolina Tohá, ha evitado realizar una confirmación. “Con esto se hace más difícil tener resultados de la investigación, se expone a las víctimas y también a los informantes, y a los agentes del Estado que están investigando”, dijo esta semana.
El Fiscal Nacional, Ángel Valencia, no ha descartado ninguna hipótesis para explicar las causas del secuestro, tampoco la política. El móvil sigue siendo la principal duda de este crimen que ha conmocionado a Chile.
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