Forn sale de prisión para ir a trabajar como jurista en Mediapro

El exconseller podrá salir del centro penitenciario de lunes a viernes doce horas y media al día

Joaquim Forn llega a la empresa Mediapro este jueves por la mañana.MASSIMILIANO MINOCRI

El exconseller de Interior Joaquim Forn ha salido este jueves por la mañana de la prisión de Lledoners (Barcelona) para ir a trabajar como jurista en la empresa Mediapro, en el primer día en que se le aplica el artículo 100.2 del reglamento penitenciario, que le permite salir del centro penitenciario. Forn podrá salir de la cárcel doce horas y media al día, cinco días a la semana, de lunes a viernes, para trabajar en el departamento legal de la productora audiovisual de Jaume Roures, donde se encargará de los asuntos de derec...

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El exconseller de Interior Joaquim Forn ha salido este jueves por la mañana de la prisión de Lledoners (Barcelona) para ir a trabajar como jurista en la empresa Mediapro, en el primer día en que se le aplica el artículo 100.2 del reglamento penitenciario, que le permite salir del centro penitenciario. Forn podrá salir de la cárcel doce horas y media al día, cinco días a la semana, de lunes a viernes, para trabajar en el departamento legal de la productora audiovisual de Jaume Roures, donde se encargará de los asuntos de derecho público. Dos familiares han recogido a Forn en un coche privado a las puertas de la prisión para trasladarlo hasta Barcelona, donde tiene la sede la empresa.

Forn, condenado a 10 años y medio de prisión por sedición, sigue así la estela del líder de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, de la exconsellera Dolors Bassa y de la expresidenta del Parlament, Carme Forcadell, quienes se benefician ya de la aplicación del artículo 100.2, que flexibiliza el régimen penitenciario. La cárcel de Lledoners también ha aplicado este artículo al exlíder de la ANC Jordi Sànchez, aunque de momento no lo ha activado.

El 100.2 lo proponen las juntas de tratamiento de las cárceles -integradas por juristas, psicólogos, educadores sociales, médicos y maestros- y los eventuales recursos se agotan en la Audiencia de Barcelona, a diferencia de la clasificación penitenciaria, en que la última palabra la tiene el tribunal sentenciador.

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