‘Chispa’ y ‘Trueno’ murieron solos en la ciudad

La juez De Lara abre diligencias por la muerte de dos perros Westy que aparecieron sin agua ni comida y en estado de descomposición en un piso de Lugo

Un niño llega a los juzgados de Betanzos junto a una terapeuta y la perra Venus en una imagen simulada.

Era un hedor que entraba en las fosas nasales y se negaba a marchar. Así que los vecinos, asustados por tantas noticias sobre personas que aparecen muertas al cabo del tiempo en esa soledad urbana de los bloques de pisos, llamaron a la Policía Local. Algo después, aquella tarde del 17 de julio, además de los municipales se presentaron en el portal 28-30 de la rúa Pintor Villamil de Lugo agentes del Cuerpo Nacional de Policía y una dotación de bomberos. Como nadie contestaba cuando llamaban a la puerta del piso donde más fuerte era ...

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Era un hedor que entraba en las fosas nasales y se negaba a marchar. Así que los vecinos, asustados por tantas noticias sobre personas que aparecen muertas al cabo del tiempo en esa soledad urbana de los bloques de pisos, llamaron a la Policía Local. Algo después, aquella tarde del 17 de julio, además de los municipales se presentaron en el portal 28-30 de la rúa Pintor Villamil de Lugo agentes del Cuerpo Nacional de Policía y una dotación de bomberos. Como nadie contestaba cuando llamaban a la puerta del piso donde más fuerte era el olor que invadía todo el edificio, acabaron recurriendo a una escalera elevadora para entrar en la vivienda por la fachada.

La ventana estaba abierta y solo necesitaron empujar hacia arriba la persiana. No había ningún humano muerto. En el corredor de la entrada, juntas en el ángulo donde doblaba el pasillo, había dos masas de "lana blanca" tapadas por una sábana del mismo color. Al rededor todo era suciedad, un "desorden total" y una cantidad incontable de "heces y orines esparcidos por todas y cada una de las partes" de la casa. El olor era "difícil de soportar", anotaron los agentes en los atestados de sus respectivos cuerpos policiales.

Los cadáveres "irreconocibles" por su "avanzado estado de descomposición" correspondían a Chispa y a Trueno, dos perros de raza Westy, hembra y macho, de 10 años de edad. Lo supieron cuando les pasaron allí mismo el lector de microchips de la Policía Local, porque los animales estaban perfectamente registrados. Había por el suelo cacharros de plástico vacíos, pero ni gota de agua y comida. El grado de putrefacción hacía imposible, en una inspección ocular, percibir si los restos mortales presentaban signos de violencia.

Aquella misma tarde, los investigadores localizaron a la dueña del piso y titular de los canes. C.S.V.F., de 36 años de edad, declaró que se había ausentado el jueves por la mañana y que, al regresar el sábado por la noche, se encontró a Chispa y a Trueno fallecidos. "Me bloqueé y no sabía qué hacer", dijo compungida a los agentes, tratando de explicar cómo había sido capaz de dejar después allí los cadáveres abandonados. C.S.V.F aseguró que no sabía por qué sus westies habían muerto, porque, según ella, los habia dejado servidos de alimento y bebida antes de marchar.

Un registro de maltratadores como en Nueva York

S. R. P.

La Asociación Animalista Libera y la Fundación Franz Weber han anunciado que pedirán en el Parlamento gallego la creación de un Registro Autonómico de Maltratadores de Animales. Los animalistas recuerdan que esta iniciativa con la que se trata de evitar la reincidencia ya funciona en lugares como Nueva York. La Lei de Benestar Animal de Galicia contempla sanciones de hasta 30.000 euros por la muerte intencionada o negligente de animales y la incapacitación para convivir o trabajar con ellos durante un máximo de 10 años.

Pero los excrementos que lo sembraban todo no podían ser de solo tres días. La policía la interrogó en comisaría sobre el "estado de insalubridad" del piso. "Soy muy descuidada", se justificó. "¿Cuándo fue la última vez que limpió las heces de sus animales?", le preguntaron a continuación. "No lo recuerdo", respondió la mujer, que aseguró haber cuidado siempre de sus pequeños perros blancos y negó haberlos maltratado alguna vez.

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La necropsia que ha encargado la juez que ha asumido la investigación, Pilar de Lara, demostrará la verdad sobre la muerte en soledad de Chispa y Trueno. El estudio de los veterinarios del Laboratorio de Sanidad Animal de la Xunta revelará la fecha aproximada de la muerte y si fueron el hambre y la sed las circunstancias que los mataron en medio del abandono. La propietaria ha declarado hoy en el juzgado de Instrucción 1 de Lugo en calidad de investigada por el presunto delito de maltrato animal.

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