Crítica

Dos divos con agallas

Sondra Radvanovsky y Piotr Beczala entusiasman al Liceo en un ‘Luisa Miller’ con exceso de ribetes psicoanalíticos

Barcelona -

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Marko Mimica, Piotr Beczala y Sondra Radvanovsky, en un intenso momento de 'Luisa Miller'.A. BOFILL

El Liceo cierra su temporada de ópera con un montaje de Luisa Miller, de Giuseppe Verdi, que tiene su baza principal en el brillo vocal de la soprano estadounidense Sondra Radvanovsky y el tenor polaco Piotr Beczala, dos divos que sortean con agallas las escenas de mayor dramatismo y enamoran por su expresividad y noble fraseo en los pasajes más líricos. Ambos levantaron pasiones en una producción confusa firmada por el director de escena italiano Damiano Michieletto y dirigida con desajustes en el foso por el joven director venezolano Domingo Hindoyan.

El montaje que llega al ...

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El Liceo cierra su temporada de ópera con un montaje de Luisa Miller, de Giuseppe Verdi, que tiene su baza principal en el brillo vocal de la soprano estadounidense Sondra Radvanovsky y el tenor polaco Piotr Beczala, dos divos que sortean con agallas las escenas de mayor dramatismo y enamoran por su expresividad y noble fraseo en los pasajes más líricos. Ambos levantaron pasiones en una producción confusa firmada por el director de escena italiano Damiano Michieletto y dirigida con desajustes en el foso por el joven director venezolano Domingo Hindoyan.

El montaje que llega al Liceo, estrenado en la Ópera de Zúrich en 2010, propone una lectura teatral con confusos ribetes psicoanalíticos que complica la trama y congela las pasiones en un título de transición hacia la gran trilogía verdiana (Rigoletto, Il trovatore y La traviata). En Luisa Miller, melodrama ambientado en el Tirol de principios del siglo XVIII, con libreto de Cammarano basado en la pieza Intriga y amor, de Schiller, el amor desde la infancia de Luisa y Rodolfo queda destruído por el enfrentamiento entre sus respectivos progenitores.

'Luisa Miller'

De Giuseppe Verdi

Intérpretes: Sondra Radvanovsky, Piotr Beczala, Michael Chioldi, Dmitry Belosselsky, Marko Mimima, J'Nai Bridges
Coro y orquesta del Liceo
Director musical: Domingo Hindoyan
Director de escena: Damiano Michieletto
Producción de la Ópera de Zúrich
Teatro del Liceo
Barcelona, 14 de julio de 2019

Michieletto centra su mirada en la relación entre padres e hijos y encierra el drama en un espacio fragmentado en cuatro habitaciones (los dormitorios de los enamorados, una cocina y un salón) que se multiplican en un juego de espejos; vemos en escena a dos niños que evocan la relación de Luisa y Rodolfo en su infancia, y dos niveles de vivienda (uno corresponde a la burguesía, otro a la clase social inferior). Si al público se le proporcionara un manual de instrucciones quizá podría entender lo que quiere explicar el director de escena. A simple vista no siempre se entiende.

En un permanente tira y afloja, Hindoyan acelera y ralentiza el relato orquestal con una contudencia que favorece poco el sentido natural del fraseo verdiano. Radvanovsky es una Luisa antológica, brillante en las partes, mágica en los pianísimos y conmovedora en en las escenas dramáticas, con una preghiera final fuera de serie. Sensacional también Beczala como lírico Rodolfo que fue ganado intensidad y despertó aplausos entusiastas en su célebre aria Quando le sere al placido.

A años luz en cuestiones de elegancia y fraseo verdiano el resto de las voces solistas. El barítono estadounidense Michael Chioldi es un Miller de caudal generoso y solventes agudos, muy en la línea de Sherril Milnes; dos bajos, el ruso Dmitry Belosselsky y el croata Marko Mimica, dan fuerza a los papeles del conde Walter y el malvado Wurn, pero con tosco fraseo. Más bien discreta Federica de la mezzosoprano estadounidense J'Nai Bridges. Completaron el reparto con solvencia dos voces catalanas -la mezzo Gemma Coma-Alabert (Laura) y el tenor Albert Casals (aldeano)- y el coro mantuvo el tipo, sin entusiasmar.

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