Los Mossos no hallan vínculos entre la menor de 17 años y su presunto asesino
Un hombre está acusado de estrangularla y acuchillarla dentro del bar que él regentaba
El asesinato ayer en Barcelona de una adolescente de 17 años trae de cabeza a los Mossos d'Esquadra. En las horas que llevan investigando, la policía no ha encontrado ningún vínculo entre el hombre detenido por matarla y la víctima, según fuentes del caso. Oficialmente, la policía descarta que se trate de un caso de violencia machista. La joven fue estrangulada y acuchillada en la primera planta de un bar del barrio barcelonés...
El asesinato ayer en Barcelona de una adolescente de 17 años trae de cabeza a los Mossos d'Esquadra. En las horas que llevan investigando, la policía no ha encontrado ningún vínculo entre el hombre detenido por matarla y la víctima, según fuentes del caso. Oficialmente, la policía descarta que se trate de un caso de violencia machista. La joven fue estrangulada y acuchillada en la primera planta de un bar del barrio barcelonés del Eixample, en una zona semipeatonal donde abundan los comercios.
El episodio empezó poco antes de las tres y media de la tarde. La joven caminaba por la avenida de Mistral junto a su novio, de 20 años, ambos españoles, con el que iba discutiendo. Por motivos que no están claros del todo, la policía no sabe si para calmarla tras la discusión o con qué otro objetivo, un hombre de unos 30 años, marroquí, salió de un bar ubicado en el número 69 de la avenida, cogió a la joven y la introdujo en el interior del local.
Un tiempo después, sin que se sepa exactamente cuánto, el novio entró también en el bar y vio en la primera planta a su pareja tirada, con sangre y salió escopeteado a una panadería que había enfrente. Les dijo que "algo muy grave" le había pasado a su novia y, fuera de sí, pidió que llamasen a los Mossos. El hombre finalmente marcó el 112 desde su propio teléfono móvil y relató lo sucedido, sin salir de la panadería. Decía que temía al hombre que estaba en el bar donde había visto a su novia tirada en el suelo.
Mientras, el presunto autor del asesinato salió del local, cogió su bicicleta, y huyó del lugar. A esa hora, la avenida estaba prácticamente vacía. La Guardia Urbana le encontró deambulando un rato después por el barrio del Raval y manchado de sangre. Informaron a los Mossos, que tras diversas comprobaciones, le detuvieron como presunto autor del homicidio. Eran ya las cinco y media de la tarde, aproximadamente.
Desde entonces, tras interrogar a la pareja de la joven e intentar hablar con el detenido, la policía catalana no ha encontrado ningún indicio de que el agresor conociese a la joven. Una empleada del bar explicó ayer que el hombre hacía más de una semana y media que tenía un comportamiento extraño y le había dejado de coger el teléfono, sin darle ninguna explicación. Además, el local hacía días que abría o cerraba sin seguir ningún horario fijo, e incluso había retirado el cartel con el nombre que instaló al abrir, hacía apenas dos meses.