El Macba pide “que se pare el desahucio de la capilla”

La pugna por quién se hace con la Capilla de la Misericordia del Raval, si el CAP Nord del distrito o el Macba para cambiar o ampliar sus respectivas sedes, vivió ayer una nueva e intensa jornada. Mientras los promotores de la plataforma +Macba+Cultura reclamaban ante un centenar de personas en el Ateneu Barcelonès que se respetara el acuerdo para dedicar la capilla desacralizada para que el museo crezca, en la puerta, una veintena de personas de la ...

La pugna por quién se hace con la Capilla de la Misericordia del Raval, si el CAP Nord del distrito o el Macba para cambiar o ampliar sus respectivas sedes, vivió ayer una nueva e intensa jornada. Mientras los promotores de la plataforma +Macba+Cultura reclamaban ante un centenar de personas en el Ateneu Barcelonès que se respetara el acuerdo para dedicar la capilla desacralizada para que el museo crezca, en la puerta, una veintena de personas de la Plataforma de vecinos y trabajadores sanitarios, protestaban para que la capilla se destinara a sustituir el viejo y obsoleto edificio que acoge el CAP, defendiendo posiciones que, por ahora, parecen irreconciliables.

La nueva plataforma por el Macba, que recoge firmas para que el proyecto de ampliación del museo siga con lo previsto, ha conseguido sumar más de 300 firmas al manifiesto, mientras que otras 3.300 personas han manifestado a través de correo electrónico su adhesión. El acto de presentación del manifiesto estuvo presidido por la presidenta de la Fundación Macba, Ainhoa Grandes, que pidió al Ayuntamiento que “pare el desahucio del Macba de la capilla” a favor del CAP Raval Nord, después de recordar que este espacio les pertenece tras la cesión municipal y, sobre todo, después de que en octubre de 2017 los órganos de gobierno del museo, en los que se incluye el Ayuntamiento, la Generalitat y el Ministerio, aprobaran de forma unánime el Plan Estratégico 2002-2022 que recoge el crecimiento del museo en la capilla.

El plazo se acaba y los responsables de esta iniciativa, en los que también están el director de Barcelona Global, Mateu Hernández, el galerista de la Sala Parés, Joan Anton Maragall, y el artista Ignasi Aballí quieren evitar que en menos de un mes, en el pleno municipal previsto para el 22 de febrero, se revierta la situación y acaben perdiendo este espacio próximo al museo para su necesario crecimiento.

Por eso, tras resaltar que se trata de un “falso debate” entre cultura y sanidad, volvieron a insistir en que la ampliación del CAP en su edificio original, el antiguo centro para antituberculosos que diseñó Josep Lluís Sert entre 1934 y 1938, es posible, y criticaron que estamos ante “una maniobra política”, en “periodo preleectoral” para quitar un equipamiento al museo y dárselo al CAP, por lo que pidieron posponer el debate hasta después de las próximas elecciones “para no convertir la cuestión en arma arrojadiza”.

Grandes, tras recordar que en diciembre presentó un proyecto de encaje entre el edificio original y la ampliación a la dirección general de Patrimonio de la Generalitat que lo aceptó, rebatió los dos puntos por los que CatSalut lo ha desechado en dos ocasiones: la ubicación de una estación eléctrica en las proximidades del edificio sanitario y el largo periodo de ejecución de las obras. Grandes aseguró que no hay ningún informe que impida colocar la estación cerca del CAP ni que diga que es peligroso para la salud. También, que el periodo de las obras de reforma del CAP y de construir uno para sustituirlo en la capilla son similares.

Cinco millones

Según Grandes, el consorcio del Macba recibió la semana pasada una carta del Ayuntamiento para iniciar la rescisión del contrato, por lo que esta semana presentarán alegaciones antes de que sea tarde. La directora de la fundación pidió que se revisarán las otras opciones desechadas para construir el CAP en el barrio y lamentó que si el plan no se lleva adelante se puedan perder los cinco millones de euros de fondos europeos, Estado y Generalitat que ya están comprometidos para las obras de ampliación.

Durante la presentación de la plataforma y sus intereses, se escucharon, en varias ocasiones pitidos y palmas de las personas congregadas a las puertas del Ateneo. “Esto no es un acto en contra de nadie”, remacharon los impulsores de la plataforma. Luego Maragall, tras reclamar una solución inclusiva que permita el desarrollo de los dos proyectos. “Lo más importante es entender la cultura y la salud como dos ejes básicos y necesarios para mejorar la sociedad actual, el barrio del Raval y la ciudad de Barcelona”, leyó el manifiesto y pidió que se difundiera para conseguir más adhesiones.