Terrassa apuesta por las paradas intermedias para mujeres en su red de buses

Tras tres meses de prueba piloto, en que 22 personas usaron el servicio, el Ayuntamiento se plantea ampliar la iniciativa

Una mujer baja del autobús en Terrassa.Cristóbal Castro

Assumpció, de 61 años, vive en el barrio Sant Pere Nord de Terrassa, no muy alejado del centro de la ciudad, pero sí lo suficiente como para decidir volver en autobús las noches que queda en el centro para cenar. Desde la parada debe andar por un par de calles “sin gente y un poco oscuras” a esas horas. “No me siento segura, me genera un poco de angustia. Cuando te haces mayor vas con miedo porque no puedes correr ni defenderte como antes”, admite. Pero desde el pasado mes de junio puede solicitar al conductor del autobús nocturno que se detenga, entre dos paradas, en el punto más cercano a su...

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Assumpció, de 61 años, vive en el barrio Sant Pere Nord de Terrassa, no muy alejado del centro de la ciudad, pero sí lo suficiente como para decidir volver en autobús las noches que queda en el centro para cenar. Desde la parada debe andar por un par de calles “sin gente y un poco oscuras” a esas horas. “No me siento segura, me genera un poco de angustia. Cuando te haces mayor vas con miedo porque no puedes correr ni defenderte como antes”, admite. Pero desde el pasado mes de junio puede solicitar al conductor del autobús nocturno que se detenga, entre dos paradas, en el punto más cercano a su domicilio. Y ya lo ha hecho en un par de ocasiones. “Es una iniciativa muy positiva”, aplaude.

Assumpció es una de las 22 personas que han utilizado las bautizadas como paradas intermedias durante la prueba piloto que realizó la ciudad de junio a octubre. La cifra de usuarios es discreta, ya que en estos tres meses la iniciativa solo funcionó 38 noches. El servicio se ha implantado en el bus nocturno, una sola línea que solo funciona los fines de semana y festivos. Las paradas intermedias las pueden solicitar las mujeres, los menores, las personas mayores y los discapacitados.

Con todo, el área de Territorio del Ayuntamiento de Terrassa ha elaborado un informe valorando el funcionamiento de la iniciativa durante este periodo. “Valoramos este servicio muy positivamente, ya que ha tenido buena acogida y no ha presentado problemas imprevistos”, concluye el informe, que justifica la discreta cifra de usuarios en la novedad de la iniciativa. “Igual que ha pasado en otras ciudades, inicialmente no ha habido una gran demanda”. Además, aseguran que las paradas del bus nocturno “ya están muy cercanas unas de otras”. El informe propone ampliar la iniciativa a una de las líneas urbanas convencionales durante las horas nocturnas. No obstante, el Gobierno municipal asegura que no hará una valoración oficial hasta enero y entonces detallará esta ampliación.

El pleno municipal de Terrassa aprobó el pasado enero esta iniciativa, impulsada por la CUP, para reducir las posibilidades de una agresión sexual. Los anticapitalistas piden que aumente la difusión del servicio. “Actualmente solo hay un cartel informativo detrás de la cabina del chofer”, critican. “Las mujeres no pueden pedir aquello que no saben que existe”, remachan.

Terrassa fue una de las ciudades pioneras en Cataluña en implantar las paradas intermedias en los autobuses nocturnos. En febrero también se puso en marcha en dos líneas del NitBus metropolitano —la N1 y la N9—, y hace un mes lo hizo Sabadell. También existe en Bilbao o San Sebastián.

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