‘Garum’ en el pecio romano más grande y mejor conservado de Cataluña

La nave hundida en les Illes Formigues es del siglo I aC y llevaba mil ánforas con salsas

Un submarinista examinando bajo el mar algunas de las ánforas halladas.CASC

El pecio romano que está a casi 50 metros de profundidad ante las Illes Formigues, entre Palamós y Palafrugell (Baix Empordà), es el más grande y más bien conservado de época clásica en la costa catalana. Las excavaciones del Centro de Arqueología Subacuática de Catalunya (CASC) han permitido ahora datar el barco a finales del siglo I a C., aunque primero se pensó que era de inicios del I dC. El mercante, procedente del Valle del Guadalquivir y con destino a los puertos de Narbona o Arles, llevaba un millar de ánforas que contenían salsas de pescado de distinta calidad; la mejor, el ...

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El pecio romano que está a casi 50 metros de profundidad ante las Illes Formigues, entre Palamós y Palafrugell (Baix Empordà), es el más grande y más bien conservado de época clásica en la costa catalana. Las excavaciones del Centro de Arqueología Subacuática de Catalunya (CASC) han permitido ahora datar el barco a finales del siglo I a C., aunque primero se pensó que era de inicios del I dC. El mercante, procedente del Valle del Guadalquivir y con destino a los puertos de Narbona o Arles, llevaba un millar de ánforas que contenían salsas de pescado de distinta calidad; la mejor, el Garum, que los romanos consideraban afrodisíaca y que sólo tomaban las clases pudientes. Con la ayuda de especialistas se espera poder determinar su composición.

La actuación en junio y julio en el pecio Illes Formigues II ha permitido constatar que sus dimensiones son el doble de lo calculado en la anterior campaña de excavación y que tendría una eslora de unos 20 metros y 6 metros de manga. Además, se ha visto que el cargamento está constituido por al menos dos capas de ánforas, con una posible tercera en el centro, y que la capa superior ha sido expoliada en un 25%.

Hasta el momento se han destapado parte de la popa y de babor y se han contabilizado 196 ánforas de origen bético. Se calcula que llevaba un millar de ánforas propias del transporte de salazones y salsas de pescado. También se han hallado gran cantidad de tapones, también de cerámica y sellados con yeso.

Para el director del CASC, Gustau Vivar, el pecio “es una joya porque es muy grande y porque tenemos todo su cargamento; en esas ánforas estamos encontrando semillas, ya sabemos que eran salsas de pescado y tampoco es raro encontrar espinas... Al final sabremos de qué peces estaban hechas: túnidos, sardinas, caballas… Gracias a expertos podremos reproducir todas las salsas”, destaca Vivar.

Una de las novedades ha sido el hallazgo de piezas de la tripulación, como un vaso de cerámica “de paredes finas”, típico de Andalucía. En la próxima campaña se seguirá investigando la popa, donde creen que habrá “más objetos valiosos de los marineros” ya que el tamaño del barco sugiere que hacía viajes largos, por ello la tripulación llevaba más objetos personales a bordo.

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