La fría despedida del Bulevard Rosa

A la altura del número 55 del paseo de Gràcia de Barcelona, los contenedores donde las tiendas tiran la basura estaban ayer llenos de enormes bolsas repletas de perchas: metálicas, de madera, de plástico. Las de las tiendas del Bulevard Rosa que ya no volverán a abrir. Porque a las nueve y pocos minutos de la noche, la galería comercial que durante dos décadas fue lo más de lo más, la que levantó comercialmente el paseo de los bancos y las farolas de Gaudí, bajó la persiana para siempre. Después de 40 años.

Fue una despedida fría. Como si nada. El empleado de seguridad bajó las dos pers...

A la altura del número 55 del paseo de Gràcia de Barcelona, los contenedores donde las tiendas tiran la basura estaban ayer llenos de enormes bolsas repletas de perchas: metálicas, de madera, de plástico. Las de las tiendas del Bulevard Rosa que ya no volverán a abrir. Porque a las nueve y pocos minutos de la noche, la galería comercial que durante dos décadas fue lo más de lo más, la que levantó comercialmente el paseo de los bancos y las farolas de Gaudí, bajó la persiana para siempre. Después de 40 años.

Fue una despedida fría. Como si nada. El empleado de seguridad bajó las dos persianas negras de la calle como cualquier otro día. Y los empleados salieron por la puerta pequeña con cara de no estar el horno para bollos. Algunos tienen jefes que abrirán tiendas nuevas; otros son de cadenas que tienen otros locales; otros se van al paro. Y algunas dependientas con edades complicadas para encontrar trabajo, pero que todavía no se pueden jubilar.

En un momento u otro del día la mayoría pasó por Bubó, la pastelería y cafetería que sirvió de punto de encuentro. El establecimiento tiene otro local en el Born, explicaba Teresa, una de las empleadas. Es de las que tendrán suerte y mantendrá el empleo. Quique, de la zapatería Zambo, también lo mantendrá, porque sus jefes abrirán otra tienda en el antiguo cine Casablanca, junto con otra tienda del Bulevard, Sueños Negros. Zambo fue de las pocas tiendas que no recogió nada ayer. En perfecto estado de revista hasta el último minuto, presumían sus empleados. Porque la mayoría de tiendas trabajaron ayer entre cajas y embalajes. Como Avanti, cuyas dependientas explican que se mudan a la calle de Rosselló. En todas, eso sí, hubo clientes que se acercaron para despedirse, explicaban.

Los actuales directivos del centro, los hijos del fundador, Enric Vives, y el resto de propietarios, varias familias catalanas, mantienen mutismo sobre el futuro del espacio. Quieren vender o alquilar los 5.000 metros cuadrados a un par de operadores, aseguran fuentes del sector. La ubicación es buena, el upper del paseo, la zona de las grandes marcas. Pero el local es bajo de techo, dicen los expertos.

Además del Bulevard Rosa Barcelona también está a punto de perder otro centro comercial, Pedralbes Centre, en el edificio El Dau de la Diagonal. En este caso, la fecha del cierre no es tan concreta, y todavía hay unas cuantas tiendas abiertas entre mensajes de despedida de los clientes.