El carril bici de la discordia

El Ayuntamiento considera "inviable" revertir la vía ciclista de Santa Engracia, pero mantiene otra idea parecida en un proceso participativo

Ciclistas en el carril bici de Santa Engracia.Santi Burgos

La polémica surgió hace dos semanas. Los vecinos de Chamberí votaron en un foro local de participación, órgano creado por el Consistorio, revertir el carril bici de la calle de Santa Engracia. La propuesta generaba controversia porque pedía retocar una obra símbolo de la apuesta ciclista del gobierno de Carmena. Sin embargo, en menos de tres días, los residentes recibieron una comunicación del Ayuntamiento en la que se les informaba de que su iniciativa era "inviable".

El gobierno de Ahora Madrid (que orbita ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La polémica surgió hace dos semanas. Los vecinos de Chamberí votaron en un foro local de participación, órgano creado por el Consistorio, revertir el carril bici de la calle de Santa Engracia. La propuesta generaba controversia porque pedía retocar una obra símbolo de la apuesta ciclista del gobierno de Carmena. Sin embargo, en menos de tres días, los residentes recibieron una comunicación del Ayuntamiento en la que se les informaba de que su iniciativa era "inviable".

El gobierno de Ahora Madrid (que orbita en torno a Podemos) argumentó que el carril bici fue pagado con fondos del remanente de tesorería, y que según la Ley de Estabilidad Presupuestaria este debía tener una "vida útil" de cinco años. Acto seguido, retiró la petición de la web municipal donde se votan los llamados presupuestos participativos, dotados con 100 millones. Pero el ejecutivo descuidó un detalle.

Tras una búsqueda en Internet, los residentes vieron que otra propuesta, semejante a la suya, había entrado en la segunda fase de votaciones, que comenzó el 6 de marzo. Se trata de una idea que pide "replantear" el carril que cruza las calles de Sagasta y Carranza, para que "vaya pegado a la acera", en lugar que en el centro de la carretera. Como en el primer caso, el proponente apela a la falta de seguridad y pide cambiar una obra pagada con remanente de tesorería.

¿Por qué la primera propuesta se borró de la web en tres días y la segunda sigue viva? ¿Es este un caso de "discrecionalidad", tal y como argumentan los afectados? El concejal de Transparencia, Pablo Soto, niega la mayor. Sostiene que "todavía" los técnicos no han analizado a fondo los cambios en el carril de Carranza y Sagasta. Pero "lo harán" antes de mayo, cuando se decidirá sobre la "tasación" de los proyectos finalistas.

"Lo que pasa es que no da tiempo en una semana a que los técnicos revisen miles de proyectos", explica Soto, quien de facto aduce a la casualidad que en el caso del carril de Santa Engracia los tiempos hayan sido tan ajustados. "No hay ninguna diferencia entre las dos iniciativas", reconoce el edil, pero evita expresarse sobre el posible rechazo de la segunda idea: "Ahora vamos a dejar a los técnicos que hagan el informe", dice.

Los vecinos, sin embargo, creen que el gobierno actúa contra ellos por el revuelo mediático. Su desconfianza, además, embiste ahora los propios foros de participación, donde se votó revertir el carril bici de Santa Engracia, y que debían servir de cadena de transmisión entre las instituciones y los vecinos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Denuncia a la Agencia de Protección de Datos

Algunos residentes hablan de "organismos de propaganda" y muestran preocupación por el uso de los datos personales. Cada vecino dio su fecha de nacimiento, teléfono y domicilio al inscribirse al foro. Pero ahora esos datos circulan en los correos internos del foro, a los que acceden funcionarios y también los "dinamizadores", es decir, personal externo que impulsa la participación.

El último capítulo de la polémica, que tiene en Chamberí su escenario, es la denuncia registrada el jueves ante la Agencia de Protección de Datos. Los denunciantes creen que el uso de sus datos es ilegal y esperan que la agencia se exprese en tres meses. De pronunciarse negativamente, lo que fue un simple rechazo a una petición vecinal puede ahora afectar a todo el sistema de participación creado por el equipo de Carmena, en el que algunos vecinos ya han dejado de creer.

Archivado En