Nueve años de cárcel por atar a la cama a su exesposa y darle una paliza delante de sus hijos

Tras una primera declaración, tanto la mujer como los niños cambiaron su versión por miedo

La Audiencia Provincial de Madrid. LUIS MAGÁN

Un hombre ha sido condenado este lunes a nueve años de prisión por atar con una cadena a la cama a su expareja sentimental y golpearla durante toda una noche en presencia de sus tres hijos menores. El condenado, de 45 años y con antecedentes penales, ha sido sentenciado por los delitos de detención ilegal y lesiones con los agravantes de parentesco y reincidencia. El juez también ha decretado una orden de alejamiento de 500 metros de la mujer y de sus hijos. El hombre niega todo. La pareja estuvo 14 años casada. Durante este tiempo la vícti...

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Un hombre ha sido condenado este lunes a nueve años de prisión por atar con una cadena a la cama a su expareja sentimental y golpearla durante toda una noche en presencia de sus tres hijos menores. El condenado, de 45 años y con antecedentes penales, ha sido sentenciado por los delitos de detención ilegal y lesiones con los agravantes de parentesco y reincidencia. El juez también ha decretado una orden de alejamiento de 500 metros de la mujer y de sus hijos. El hombre niega todo. La pareja estuvo 14 años casada. Durante este tiempo la víctima sufrió malos tratos, por los que el hombre fue condenado a nueve meses de prisión y se le impuso una orden de un año de alejamiento de la mujer en 2014.

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Los hechos se produjeron el 24 de agosto de 2016 en el domicilio de la mujer, ubicado en la calle de Sierra Gádor (barrio de Vallecas, Madrid), cuando el hombre se presentó para visitar a sus hijos, según indica la sentencia. Una vez en la vivienda, comenzó a insultar a su expareja y le obligó a entrar en el dormitorio. "Tú eres una puta y vas a ganar dinero zorreando para mí, vas a comer la boca y la lengua de todo el mundo", le dijo el condenado.

Allí le golpeó durante toda la noche con un palo de madera con la punta metálica. El hombre no le dejó salir, le cortó el pelo y le forzó a ingerir opiáceos, cocaína y benzodiazepinas. A la mañana siguiente, pidió a uno de sus hijos, de ocho años, que fuese a una tienda cercana a comprar un candado, con el que cerró una cadena con la que tenía atada por el cuello a la mujer sujeta a una de las patas de la cama."Por favor, ya", escuchó el niño decir a su madre. Además, le ordenó a su hija, de 12 años, que vigilara a su madre para que no se escapara.

Tras 15 minutos, el hombre se marchó. Minutos después, uno de los hijos liberó a la víctima, escaparon los cuatro la vivienda y pidieron ayuda a la Policía. La mujer, que no ha reclamado ninguna indemnización, sufrió varias lesiones en las extremidades, en la cara, en los glúteos, intoxicación involuntaria y erosiones faciales.

Tanto la víctima como los menores cambiaron su versión inicial y exculparon al condenado. Todos alegaron que fue otro hombre el que agredió a la mujer y que les amenazó de muerte si le delataban. Finalmente, la Audiencia Provincial de Madrid ha considerado que la mujer alteró su versión por miedo a  posibles represalias de su expareja o del entorno del hombre y que los menores mintieron por "arrepentimiento y el sentimiento de culpa por ver preso a su padre". Algunas vecinas declararon que alguna vez la víctima "les había comentado que él le pegaba", aunque nunca le habían visto hacerlo.

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