Vuelven los paros parciales a las líneas de autobuses del sur de la región

Los empleados del grupo Ado-Avanza retomarán este martes los paros parciales en los autobuses que conectan el sur de la región con la capital. Solicitan mejoras laborales y recuperar el nivel adquisitivo que, en su opinión, han perdido desde 2013. Las protestas comenzaron en octubre, pero se suspendieron por las fiestas navideñas. Regresan ahora, tal y como acordaron en una asamblea celebrada el 12 de diciembre al no existir ningún acuerdo entre las partes im...

Los empleados del grupo Ado-Avanza retomarán este martes los paros parciales en los autobuses que conectan el sur de la región con la capital. Solicitan mejoras laborales y recuperar el nivel adquisitivo que, en su opinión, han perdido desde 2013. Las protestas comenzaron en octubre, pero se suspendieron por las fiestas navideñas. Regresan ahora, tal y como acordaron en una asamblea celebrada el 12 de diciembre al no existir ningún acuerdo entre las partes implicadas, a pesar de haber mantenido varias reuniones. Los trabajadores señalan que las posturas siguen “muy alejadas” y la compañía evita hacer declaraciones para “no entorpecer las negociaciones”.

La huelga, que afectará a los 400.000 vecinos que viven en sur de Madrid, tendrá lugar todos los martes, miércoles y jueves que restan de enero y se prolongará hasta el 15 de febrero. No serán paros continuos, sino que se desarrollarán en los periodos del día con mayor demanda: de 5.00 a 9.00 y de 18.00 a 21.00. Por la mañana existirán unos servicios mínimos del 60% mientras que en horario vespertino estos descenderán hasta el 35%. Los paros afectarán a un total de 29 líneas urbanas e interurbanas de Getafe y Parla. Los vehículos también conectan municipios como Leganés, Pinto, Humanes, Alcorcón y Fuenlabrada con Madrid. Sin embargo, el mayor problema lo tienen aquellas localidades pequeñas en las que no existen tren y el autobús es el único medio para moverse: Torrejón de Velasco, Griñón o Casarrubuelos, entre otros.

“Ha habido negociaciones entre la empresa y los sindicatos, pero no se ha llegado a ningún acuerdo”, afirma Fernando Muñoz, de Comisiones Obreras. Los trabajadores piden que la compañía facilite la conciliación laboral; recuperar el poder adquisitivo perdido desde 2013, que estiman en un 5%; y que se mejore el mantenimiento de los vehículos. “La flota actual es de 150 coches, pero entre el 20% y el 30% de ellos no pueden salir porque están averiados”, informa Muñoz. El sindicalista avanza que este miércoles se vuelven a reunir las partes implicadas en el conflicto: Y sostiene: “La empresa quiere alargar las negociaciones para que arbitre el Consorcio de Transportes de Madrid, como ya ocurrió con el laudo de viajeros en 2002”. Ese mismo día, los 400 empleados de la compañía, la mayoría de ellos conductores, tienen previsto realizar una protesta ante el Palacio de Correos, sede del Gobierno regional.