Carmena frena un plan de 100.000 nuevas viviendas en el sur de Madrid

Los propietarios de los terrenos lamentan que el Ayuntamiento paralice la construcción de pisos a bajo coste

Imagen de los terrenos del sureste de Madrid en desarrollo.

El Ayuntamiento tiene listo un plan para "redimensionar" y "reprogramar" el desarrollo del sureste de Madrid, que prevé la construcción de 105.000 nuevas viviendas, la mitad de ellas protegidas. El gobierno de Manuela Carmena plantea disolver dos juntas de compensación (en Los Cerros y en Valdecarros) y reducir el suelo edificable en otros dos ámbitos (Berrocales y Ahijones). De esta manera, aplazaría los tiempos del desarrollo y, a la vez, dejaría en el limbo l...

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El Ayuntamiento tiene listo un plan para "redimensionar" y "reprogramar" el desarrollo del sureste de Madrid, que prevé la construcción de 105.000 nuevas viviendas, la mitad de ellas protegidas. El gobierno de Manuela Carmena plantea disolver dos juntas de compensación (en Los Cerros y en Valdecarros) y reducir el suelo edificable en otros dos ámbitos (Berrocales y Ahijones). De esta manera, aplazaría los tiempos del desarrollo y, a la vez, dejaría en el limbo la construcción del 50% de los nuevos pisos. Los analistas temen subidas de precios y una "diáspora" de residentes hacia el anillo metropolitano.

El sureste de Madrid, con sus más de 5.000 hectáreas, es la bolsa de suelo sin desarrollar más grande de la capital. El plan vigente plantea construir un total de casi 105.000 viviendas, en cuatro nuevos barrios: Ahijones, Berrocales, Los Cerros y Valdecarros. Estos pisos, pensados para que el 50% de ellos sean protegidos, están proyectados como una especie de reserva de vivienda barata para una posible expansión demográfica de la ciudad. Sin embargo, tras su llegada a la alcaldía, Carmena ha apostado por "redefinir" ese proyecto.

Nuevo plan de desarrollo del sureste.EL PAÍS

Tras reunirse con activistas, técnicos, propietarios y otros colectivos, el gobierno de Ahora Madrid ha concluido que prefiere "reprogramar" el plan. Quiere avanzar en dos fases: una primera entre 2022 y 2030, en la que daría el visto bueno a la construcción de 27.700 viviendas, y otra entre 2031 y 2039, para 26.000 pisos. Esto significa, tal y como recoge el documento municipal, al que ha tenido acceso EL PAÍS, dejar en el limbo otras 45.000 viviendas, ya que "constituirían una bolsa de suelo a definir de acuerdo con la concreción de los escenarios de necesidades", según recoge el documento.

Los propietarios de los terrenos critican duramente la estrategia de Carmena. Lamentan que las mesas con activistas y vecinos sirvieran al gobierno local para "disimular y ganar tiempo", y denuncian que el concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo (Podemos), actúa condicionado por su interés de no entrar en conflicto con su electorado ecologista. "Madrid necesita casas baratas, y frenar el crecimiento en el sureste paraliza la construcción de viviendas a bajo coste", afirman.

Más población en la ciudad y más negocios

Madrid ha sumado en los dos últimos años 40.000 nuevos habitantes, según el patrón municipal, publicado ayer. En este periodo, ha aumentado también la población extranjera en 14.500 personas, hasta un total de 3.182.175 habitantes.

La capital ha mejorado, además, en atracción de empresas y talentos. En la metrópoli se han creado 13.225 sociedades en los últimos 12 meses, un 2,9% más que un año antes. Y las inversiones y el turismo han repuntado.

Estos indicadores, si bien dibujan un escenario positivo para la ciudad, también dan argumentos a quienes señalan la necesidad de crear más viviendas. Sobre todo ante el auge de los pisos turísticos y el incremento del precio de los alquileres, que alienta la salida de los residentes del centro de la ciudad hacia la periferia.

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En estos años los propietarios han invertido centenares de millones de euros en infraestructuras, como tuberías y enlaces a las vías (M-45 y A-3) que, de bloquearse, obligarían al Consistorio a afrontar ingentes indemnizaciones. Ya han amenazado con emprender acciones legales. El gobierno local se ha mostrado dispuesto a pagar para avanzar en su modelo de ciudad "sostenible". No obstante, varios observadores son escépticos.

Para llevar adelante su plan, el Ayuntamiento debería revisar a fondo el plan urbanístico de Madrid, lo que necesita del visto bueno de la Comunidad. Y esta duda que el Ayuntamiento quiera seguir con su proyecto. Asimismo, las propias juntas de compensación recuerdan que las modificaciones del Plan General de Ordenación Urbana (PGOUM) implican plazos mayores que los esgrimidos por el Consistorio, y creen que lo único que busca el Ayuntamiento "es echar el balón fuera hasta 2019", fecha de las próximas elecciones municipales.

El equipo de la alcaldesa, sin embargo, insiste en su posición. Su proyecto prevé disolver dos juntas de compensación y revisar el planteamiento en Berrocales y Ahijones (los entornos más desarrollados), reduciendo el porcentaje de suelo edificable. Una portavoz de la Concejalía de Urbanismo sostiene que el plan director propone "racionalizar" y "secuenciar" la zona para ajustarla a las necesidades previsibles de suelo que pueda haber. "Se trata de no desarrollar megaproyectos de manera unitaria y simultánea, sino dividirlos e irlos tramitando en la medida en que se vayan consolidando los anteriores", agrega, y señala que el documento no pasará a la junta de gobierno (el documento oficial sí lo plantea), ni se someterá a información pública, a pesar de que fuentes conocedoras de las últimas reuniones afirman que un asistente lo planteó.

Modelo de crecimiento

Uno de los puntos más debatidos entre los promotores y detractores de este desarrollo atañe a las expectativas de crecimiento de la ciudad. Los últimos datos municipales señalan que Madrid crece tanto en actividad económica como en demografía. Sin embargo, el gobierno de Ahora Madrid insiste en que el modelo de las 105.000 viviendas para los próximos años es excesivo.

"Los escenarios de dinámica poblacional y consumo de suelo analizado no sostienen la lógica de desarrollar el planeamiento desde la óptica de la máxima capacidad del término municipal, pero tampoco justificarían la paralización del crecimiento. Más bien hay que enmarcarlos en la necesidad de su pautado y control", reza el plan.

Sobre la cuestión, Fernando Encinar, cofundador del portal Idealista y uno de los expertos inmobiliarios más respetados del país, manifiesta sus dudas. Teme que retrasar el desarrollo del sureste provoque una "diáspora" de la clase media hacia el anillo metropolitano, tal y como ocurrió en los años ochenta. "Es gente que vive fuera, pero trabaja en Madrid", advierte, citando al caso de Rivas como emblemático de este desarrollo desequilibrado.

Encinar asegura que una "política urbanística constrictiva" acabará por incrementar los precios de las viviendas (en el último ejercicio ya han subido un 12,5%). Desde 2015 se ha registrado una caída del 50% de la vivienda disponible, asevera el experto, e insiste en que en Madrid hay miles de casas vacías, pero se obvia que la gran mayoría de las personas no quiere vivir en ellas por sus malas condiciones. "Eso es ignorar la realidad".

La Comunidad también cree que en Madrid falta vivienda asequible. En el caso de que el Ayuntamiento quisiera modificar el plan general, el Gobierno regional de Cristina Cifuentes debería dar su visto bueno para que se hiciera efectivo. Aun así, recientemente la Comunidad ha manifestado su recelo ante el plan de Carmena y recuerda que el desarrollo del sureste es clave para suplir a la carencia de vivienda social.

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