Los mil gritos del cine fantástico

¿Qué hacía Charles Chaplin en el cartel de presentación del Festival de Cine Fantástico de Sitges en 1968? ¿Y el punto de mira del agente 007 de James Bond que sirvió de promoción de la Primera Setmana Internacional de Cinema Fantàstic i de Terror un año antes? Los carteles de las 49 ediciones del Festival que este año cumple 50 son una buena manera de reseguir su evolución. Y otra forma de hacerlo es contemplar los Nodo(s) de sus primeros tiempos: ellas con traje sastre, collares de perlas y hasta con estolas de pieles; ellos de traje y corbata; además de unas azafatas al más puro estilo de l...

¿Qué hacía Charles Chaplin en el cartel de presentación del Festival de Cine Fantástico de Sitges en 1968? ¿Y el punto de mira del agente 007 de James Bond que sirvió de promoción de la Primera Setmana Internacional de Cinema Fantàstic i de Terror un año antes? Los carteles de las 49 ediciones del Festival que este año cumple 50 son una buena manera de reseguir su evolución. Y otra forma de hacerlo es contemplar los Nodo(s) de sus primeros tiempos: ellas con traje sastre, collares de perlas y hasta con estolas de pieles; ellos de traje y corbata; además de unas azafatas al más puro estilo de los congresos de los años sesenta. Curiosidades y memoria cinematográfica en la exposición El cinema és fantàstic, organizada por la Filmoteca de Catalunya para celebrar los 50 años de la primera cita de Sitges. Un paseo por la historia de un certamen que tuvo unos inicios accidentados. En un intento de alargar la temporada turística en Sitges, se celebraron las Jornades d’Escoles de Cinema en el hotel Calipolis y los alumnos aprovecharon esos días para protestar por lo que ellos consideraban un exceso de entramado institucional, unas acciones que acabaron con detenciones.

La obtención del permiso para organizar el festival tampoco fue sencilla. “La negociación se hizo con el entonces Ministro de Información y Turismo, Manuel Fraga Iribarne, que tuvo bastantes recelos ante la propuesta. Primero, porque no quería que tuviera cariz político y porque, además, ya existía el Festival de San Sebastián. Al final, la solución fue centrarlo en un eje temático: el cine fantástico”, explica el comisario de la exposición, Diego López. Fraga dio su plácet pero nunca visitó el festival. Quien sí lo hacía cada edición en aquellos años de la dictadura era el comité de censura que revisaba todas las proyecciones antes y pasaba la tijera si veía “excesiva violencia” o alguna escena erótica. Resultado: muchas películas se exhibieron de forma incompleta.

Los primeros años no lograron atraer a directores internacionales y Terence Fisher, uno de los directores de culto del género, no lo visitó hasta 1976. En 1971, el Festival instauró jurado aunque tardó tiempo, hasta la década de los 2000, en ser reconocido como el “Cannes del cine fantástico”. Los organizadores de la muestra la han dividido por periodos de directores y temáticas. Al principio, el Festival exhibía sobre todo producciones de cine fantástico de las llamadas series B con un fuerte protagonismo de los mitos clásicos. La primera proyección fue el 28 de septiembre de 1968 de la película Aelita, del ruso Yakov Protazanov, cortos de Méliès, además de Fritz Lang y Terence Fisher.

Los grandes monstruos, los zombies, los muertos vivientes…..enseguida entusiasmaron al público en Sitges. Una de las grandes citas del festival fue en 1973 cuando fue sede del estreno en España de El exorcista, de William Friedkin. “Se puede considerar que la etapa de despegue fue la de 1983 a 1993, bajo la dirección de Juan Luis Goas y Xavier Catafal, que también fue el inicio de las proyecciones en el Auditorio”, apunta el comisario. Hasta ese momento, las películas se veían en dos salas más pequeñas, la del Casino y El Retiro.

Una época en la que Sitges fue testigo de los inicios de directores como Quentin Tarantino y que contó con la visita de nombres propios, como Anthoniy Perkins. El siguiente periodo, hasta 2000, con las direcciones de Àlex Gorina y Roc Villas, fue el de la eclosión con éxitos tan rotundos de la mano de Álex de la Iglesia con El día de la Bestia o Tesis, de Alejandro Amenábar. Y fue también fue el periodo de la consolidación del cine asiático, uno de los pilares del género.

Desde el inicio del siglo hasta la actualidad, el Festival lo dirige Ángel Sala y ha sido bajo su batuta cuando ha experimentado un crecimiento de todo: de secciones, de películas, de actividades paralelas como la Zombie Walk de Sitges y también de nuevas tendencias dentro del género. La muestra incluye un documental sobre la historia del Festival.

De forma paralela a la exposición, que se podrá ver hasta el 17 de septiembre, la Filmoteca ha programado un ciclo de 50 películas del género que han ido desfilando por Sitges en sus 50 años de historia, como, entre otras, Drácula, Terence Fisher (1958) The Evil Dead, de Sam Raimi (1981), El Exorcista, William Friedkin (1973), Hostel , de Eli Toth (2005), Reservoir Dogs, Quentin Tarantino (1992), Psycho III, Anthony Perkins (1986), Hostel, Eli Roth (2005), REC, Jaume Balagueró(2007), Mulholland Drive, David Lyinch (2001) o The Neon Demon, de Nicolas Winding (2016).