Fino y picante
Enso Sushi abrió, hace menos de un año, en la capital con la intención de ser "el mejor restaurante de sushi de Madrid"
Enso Sushi inauguró, hace casi un año, con la pretensión de ser “el mejor sushi de Madrid”. Abrió sus puertas en el local donde antes estaba Nikkei 225 y tras una reforma —muy acertada, creando un elegante y cálido ambiente—, empezaron a hacer sushi.
El pescado es su fuerte. Concretamente el del Mediterráneo, servido con acierto en todas sus formas: sashimi, uramaki, maki o tartar. Su ideólogo, el empresario Antonio Bernal Bas, es originario de Murcia. Allí abrió el primer Enso Sushi, al que siguieron cuatro locales en diferentes ciudades de la costa. Y de hecho, se abastece de algunos ...
Enso Sushi inauguró, hace casi un año, con la pretensión de ser “el mejor sushi de Madrid”. Abrió sus puertas en el local donde antes estaba Nikkei 225 y tras una reforma —muy acertada, creando un elegante y cálido ambiente—, empezaron a hacer sushi.
El pescado es su fuerte. Concretamente el del Mediterráneo, servido con acierto en todas sus formas: sashimi, uramaki, maki o tartar. Su ideólogo, el empresario Antonio Bernal Bas, es originario de Murcia. Allí abrió el primer Enso Sushi, al que siguieron cuatro locales en diferentes ciudades de la costa. Y de hecho, se abastece de algunos peces del Mar Menor lo que da cierto exotismo a la propuesta. Pero Bernal, que lleva más de dos décadas dedicado a la exportación de atún rojo, quería inaugurar en la capital, donde fue proveedor de reconocidos japoneses como Suntory, Kabuki o Tokyo Taro.
En el Enso Sushi capitalino (Paseo de la Castellana, 15; abierto todos los días; entre 50 y 70 euro; menú degustación 49€ sin maridaje), además de atún en todas sus variantes, se disfruta con la lubina, el mújol, las vieiras, los jureles… Un material fresco que cortan con finura y precisión y que acompañan de sabrosas algas, sabores cítricos, picante y toques de cocina latina. También ofrecen platos calientes cocinados en un horno cerámico japonés de leña que deja un toque ahumado en carnes y pescados.
El resultado son platos explosivos y sabrosos desde el aperitivo —unos adictivo cacahuetes tostados con wasabi— hasta el postre (muy recomendable el tiramisú de té verde). Ofrecen la opción de maridar cada plato con una selección de vinos, champagnes o sakes premium, elegidos con cuidado por la sumiller búlgara Metodiyka Popova. Si se prefiere elegir, en su carta hay 130 referencias. No es fácil decir, con total certeza, que es el mejor sushi de Madrid, pero esfuerzos para serlo no les faltan.