La concejal de Ciutat Vella de Barcelona denuncia presiones

La concejal de Ciutat Vella, Gala Pin, denunció ayer presiones de un empresario para favorecer sus negocios. Pin, que no quiso revelar el nombre de la persona en cuestión porque dijo que no había grabado la conversación, aseguró que le amenazaron con condicionar el voto del pleno si no se plegaba a lo que le pedían. En concreto, se refirió a "excepciones a la normativa con sus asociados o allegados" que, según escribió, se "saltan sistemáticamente" la norma.

La regidora hizo pública su queja a través de las redes s...

La concejal de Ciutat Vella, Gala Pin, denunció ayer presiones de un empresario para favorecer sus negocios. Pin, que no quiso revelar el nombre de la persona en cuestión porque dijo que no había grabado la conversación, aseguró que le amenazaron con condicionar el voto del pleno si no se plegaba a lo que le pedían. En concreto, se refirió a "excepciones a la normativa con sus asociados o allegados" que, según escribió, se "saltan sistemáticamente" la norma.

La regidora hizo pública su queja a través de las redes sociales, tanto Facebook como Twitter. En un largo escrito, explicaba lo que consideraba una mala experiencia como funcionaria pública. Definió el encuentro como "una de las reuniones más desagradables" que ha tenido durante el cargo. Y dijo que le ofrecieron la posibilidad de "ir a la guerra" o bien "alinearse" con "las políticas que tocan". También asegura que la amenazaron con tener problemas "mediáticamente" si no hacían lo que le pedían. 

Al final, la regidora explica que le pidieron que hiciese constar por escrito el encuentro "porque lo llevarán a las instancias que pertoquen". "Es decir, te empapelarán", critica la concejal, que pone en duda que un juez pueda actuar contra ella por "cumplir con la función pública".

En su escrito, Pin atribuye la actitud de su interlocutor a la manera de hacer de anteriores gobiernos. "Es totalmente legítimo que alguien defienda sus intereses, pero no que se pasen la reunión haciéndote advertencias y demostraciones de poder, de un poder que supongo que en otras épocas han ostentado, pero ahora, mira tú por dónde, se les trata como a todo el mundo: ni más, ni menos", relata. Y señala que ese ha sido uno de los grandes cambios en el Ayuntamiento, tratar "a todo el mundo por igual".

No es la primera vez que la concejal se queja de la manera de hacer que había hasta el momento en el Ayuntamiento de Barcelona. En septiembre del año pasado, rechazó los 300 euros que había en un sobre con dietas, en una reunión del consejo de administración de Port 2000, un organismo que gestiona el Consistorio y el Puerto de Barcelona. También a través de Twitter hizo público que no cobran dietas.