Adiós a las chabolas y los huertos ilegales del Turó de Montcada

Collserola comienza a retirar basura de la colina, pero los forestales no tienen competencia para echar a los últimos habitantes de las barracas

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Últimas chabolas que todavía resisten en el Turó de Montcada.Carles Ribas

Ha pasado un año y medio desde el primer aviso que recibieron los chabolistas del Turó de Montcada. Los trabajos de limpieza y restablecimiento del límite del Parque Natural de Collserola en el término municipal de Montcada i Reixac consisten en eliminar cualquier resto de edificación informal: huertos, casitas de obra o la docena de chabolas en las que vivían una veintena de personas. Pero los forestales no tienen competencia para echar a los habitantes de las barracas. Este capítulo depende de los Ayuntamie...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Ha pasado un año y medio desde el primer aviso que recibieron los chabolistas del Turó de Montcada. Los trabajos de limpieza y restablecimiento del límite del Parque Natural de Collserola en el término municipal de Montcada i Reixac consisten en eliminar cualquier resto de edificación informal: huertos, casitas de obra o la docena de chabolas en las que vivían una veintena de personas. Pero los forestales no tienen competencia para echar a los habitantes de las barracas. Este capítulo depende de los Ayuntamientos. Pasaron los meses y en verano pasado las barracas seguían en pie rodeadas de basura, los restos de los huertos y las vallas.

Tras realojar a los primeros vecinos del Turó, el Collserola ha podido comenzar a restablecer el aspecto original de una colina donde las primeras ocupaciones ilegales se produjeron en los años 70, cuando vecinos de la zona norte de Barcelona habilitaron huertos. Son unos trabajos que comenzaron en toda la sierra en 2010, cuando Collserola fue declarada parque natural.

El teniente de alcalde y regidor de Urbanismo de Montcada, Jordi Sánchez, explica que entre el Turó y Can Tapioles en el término municipal había llegado a haber 351 construcciones ilegales, habitadas o no. Una de ellas llegó a ser un after muy concurrido los fines de semana, aseguran en la zona. Sánchez explica que tras la marcha de varios barraquistas a casa de familiares o realojados en pisos sociales, quedan abiertos seis expedientes en los servicios sociales de Barcelona, uno en Badalona, uno en Hospitalet. También afirma que sus habitantes aseguran que se marcharán antes de que llegue la fecha de desalojo fijada por los tribunales.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Sobre la firma

Archivado En