Homs acusa a la CUP de hacer “impracticable” el proceso

Las negociaciones siguen entre Junts pel Sí y la CUP y no hay día en que los reproches no se cuelen en la campaña

Andreu Mas Colell, Francesc Homs y Joan Iglesias, ayer en un acto de Democràcia i Llibertat.miquel llop

Las negociaciones para formar gobierno en Cataluña siguen discretamente entre Junts pel Sí y la CUP y, aunque ambos dicen abogar por la discreción, no hay día en que los reproches entre unos y otros no se cuelen en la campaña. El candidato de Democràcia i Llibertat, Francesc Homs, aseguró ayer que el proceso se volverá “impracticable” y la hacienda catalana no se podr...

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Las negociaciones para formar gobierno en Cataluña siguen discretamente entre Junts pel Sí y la CUP y, aunque ambos dicen abogar por la discreción, no hay día en que los reproches entre unos y otros no se cuelen en la campaña. El candidato de Democràcia i Llibertat, Francesc Homs, aseguró ayer que el proceso se volverá “impracticable” y la hacienda catalana no se podrá crear si la CUP no permite la investidura. Eso después de acusarles de ser un freno. Los anticapitalistas respondieron que su labor es “ampliar” el proceso destacando su dinámica social.

Los asistentes a los actos electorales de Democràcia i Llibertat aplauden a rabiar todas las pullas que Francesc Homs lanza contra la CUP acusando a esta formación de paralizar el proceso independentista y de querer llevar Cataluña a la ruina. Sin embargo, en otro escenario, dirigentes de Convergència y de la formación anticapitalista siguen reuniéndose estos días para acordar el plan social de choque que a su turno facilite la investidura de Artur Mas. Este equilibrio de Convergència y que Esquerra Republicana evita en la medida de lo posible en sus actos está comenzando a molestar a la CUP. En apenas 48 horas Homs ha acusado a la CUP de reivindicar una política económica que, de llevarse a cabo, dejaría a Cataluña “pobre y pelada”. Ayer también aseguró que la CUP “centrar todas las baterías” en la unidad por el objetivo de la independencia, para evitar que el camino sea “impracticable”, y avisó de que no habrá “hacienda propia” si no se forma un Gobierno estable.

Ayer, precisamente, entró en la campaña de Democràcia i Llibertat uno de los dirigentes de CDC más críticos con los pactos con la CUP: el titular de Economía Andreu Mas-Colell. En un acto sobre fiscalidad, Mas-Colell evitó cuantificar el coste de las 20 medidas que incluye el plan de choque social que están negociando Junts pel Sí y la CUP. También evitó defenderlo. Simplemente afirmó, a preguntas de los periodistas, que los negociadores de ambas partes son “conscientes de la situación actual de las finanzas de la Generalitat”.

La CUP respondió a través de las redes sociales: “en contra de lo que piensan algunos la CUP no paraliza el proceso, sino que plantea la dinámica social que contiene para ampliar el recorrido”.

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