La sala de autopsias del Hospital de Alicante lleva ocho meses cerrada

El mal estado del recinto obliga a reducir al mínimo las intervenciones y a trasladar cadáveres a Elche

El Servicio de Prevención de Riesgos Laborales del Hospital General de Alicante realizó el pasado marzo una inspección de la sala de autopsias a raíz de una denuncia remitida por los representantes sindicales del sindicato CC OO. Los técnicos instaron a la dirección a cerrarlo y acometer un listado de mejoras destinadas a evitar los riesgos evidentes para el personal que detectaron. Han pasado ocho meses y la sala de autopsias sigue clausurada y las mejoras pendientes.

Los especialistas del departamento de Anatomía Patológica han evitado en lo posible efectuar necropsias -salvo las feta...

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El Servicio de Prevención de Riesgos Laborales del Hospital General de Alicante realizó el pasado marzo una inspección de la sala de autopsias a raíz de una denuncia remitida por los representantes sindicales del sindicato CC OO. Los técnicos instaron a la dirección a cerrarlo y acometer un listado de mejoras destinadas a evitar los riesgos evidentes para el personal que detectaron. Han pasado ocho meses y la sala de autopsias sigue clausurada y las mejoras pendientes.

Los especialistas del departamento de Anatomía Patológica han evitado en lo posible efectuar necropsias -salvo las fetales, que se realizan en otra dependencia- y cuando no han tenido más remedio, han desviado la tarea al Hospital General de Elche. Según fuentes de la Consejería de Sanidad, en dos ocasiones hasta la fecha.

Desde la Generalitat precisan que en el Hospital se realizan “autopsias clínicas, no forenses”. La diferencia estriba en que las segundas son ordenadas por un juez cuando se desconoce la causa del fallecimiento, mientras las primeras, se llevan a cabo cuando se produce un deceso por causa natural o enfermedad y los doctores consideran necesario ampliar su conocimiento sobre las circunstancias que han llevado a la muerte. En ese caso, se precisa el consentimiento de los familiares.

Fuentes hospitalarias explican que “hubo un tiempo en que se realizaban en la sala una veintena de autopsias al mes pero la mejora de las técnicas para el procesamiento de las muestras y tejidos ha elevado la calidad de los diagnósticos y permite determinar mejor la causa de un fallecimiento”. Las mismas fuentes cifran el número medio mensual de autopsias que se realizaban antes del cierre en cinco.

Si en la actualidad no se realiza ninguna y sólo se ha recurrido a Elche en dos ocasiones, es porque “los facultativos están evitando intervenciones que se habrían realizado de hallarse la sala en condiciones”, señalan fuentes sindicales. No es que las consecuencias sean graves, “pero es negativo porque impide un estudio más profundo de determinados casos e incluso limita el aprendizaje de los médicos residentes adscritos a la especialidad”.

La denuncia que originó la inspección se presentó en octubre de 2014, hace más de un año, y en ella se detallan las deficiencias de la sala: la inexistencia de mampara extractora, el exceso de temperatura de la sala, la antigüedad de las herramientas o el hecho de que “las dos mesas de autopsias pierden agua, produciendo charcos y humedad. Ya se han producido resbalones y uno de los charcos se forma sobre una canaleta de electricidad”.

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Los delegados sindicales de CC OO señalaban también que “hay un cuarto de aseo que lleva años sin funcionar” y advertían de la peligrosidad del formaldehído, sustancia de uso habitual en las autopsias sobre la que las autoridades sanitarias han elevado su clasificación como producto potencialmente cancerígeno.

La Consejería de Sanidad ha admitido la existencia de estas deficiencias y ha manifestado que “se trata de un problema que procede de la anterior administración y sobre el que la nueva gerencia está tomando medidas”, aunque no precisa ni el presupuesto aprobado ni la fecha prevista para la reapertura de la sala, que se sitúa en “el plazo de varias semanas”.

El actual gerente, Miguel Ángel García Alonso, fue nombrado el pasado 10 de septiembre en sustitución de José Antonio Viudas, que permaneció 32 meses en el cargo y que, según CCOO, “ya había prometido solucionar el problema”. Lo que sí confirman desde el sindicato es que se ha realizado el pedido de una campana extractora destinada a aspirar el formaldehído, una de las deficiencias más importantes de la instalación.

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