Un ‘mosso’ alega que golpeó a un joven en la oreja “por error”

El agente, imputado por lesiones, dice que pretendió golpearle en las piernas pero se "desequilibró"

El momento de la agresión, en el barrio de Sants de Barcelona. PEDRO MATA (FOTOMOVIMIENTO)

Quería pegarle en las piernas o, en todo caso, en las nalgas. Pero el golpe se le fue un poco más arriba, directo a la cabeza, porque una compañera, también de los antidisturbios, se interpuso en la trayectoria de la porra. Un agente de los Mossos d’Esquadra imputado por lesiones a un joven justificó así ayer, ante el juez, la agresión a Iván J. en el barrio de Sants de Barcelona. El mosso se reconoció en las fotografías tomadas del incidente (que son la principal prueba de cargo) y a...

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Quería pegarle en las piernas o, en todo caso, en las nalgas. Pero el golpe se le fue un poco más arriba, directo a la cabeza, porque una compañera, también de los antidisturbios, se interpuso en la trayectoria de la porra. Un agente de los Mossos d’Esquadra imputado por lesiones a un joven justificó así ayer, ante el juez, la agresión a Iván J. en el barrio de Sants de Barcelona. El mosso se reconoció en las fotografías tomadas del incidente (que son la principal prueba de cargo) y admitió ser el autor del golpe, que provocó heridas en la oreja izquierda a la víctima.

El joven, que tuvo que ser sometido a una operación para recomponerle la oreja lesionada, se querelló contra el agente de la Brigada Móvil por lesiones. En su declaración ante el juez, el agente argumentó que pretendió golpear al joven por debajo de la cintura, tal como establecen los protocolos policiales. Una compañera de su unidad se cruzó en la trayectoria del golpe, explicó, y el mosso se desequilibró.

Los hechos ocurrieron el 27 de mayo de 2014, durante una movilización contra el desalojo del centro social okupa de Can Vies, en Sants. Iván J. circulaba en bici porque iba a reunirse con su pareja en la plaza de Sants. Dos agentes antidisturbios se le acercaron y “sin intercambiar ninguna palabra y sin motivos que justificasen su actuación” le golpearon con la porra, según la querella que presentó en los juzgados.

El mosso imputado defendió, en cambio, que golpeó al joven porque éste se había dirigido a ellos con “insultos” y actitud “amenazante”. Su compañera —la que, presuntamente, desvió la trayectoria del golpe— y otro agente declararon como testigos y ratificaron su versión sobre el incidente. Los policías explicaron que ofrecieron asistencia sanitaria al joven, pero que éste la rechazó.

Además de los tres agentes, también declaró como testigo el autor de las fotografías que fueron la base de la querella. Los abogados de la víctima, Andrés García y Montse Fernández, lamentan que el Departamento de Interior no haya abierto un expediente sancionador contra el agente.

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