Conesa, principal empresario acusado en Terra Mítica, niega irregularidades

Vicente Conesa, uno de los principales empresarios acusados en el juicio del caso Terra Mítica, ha negado este martes los delitos fiscales y de estafa que se le imputan y ha afirmado que todo lo firmado en el parque temático de Benidorm fue "coherente, realizable y realizado".

Conesa ha negado que se facturase varias veces por las mismas cosas, como mantienen la Fiscalía y la Abogacía del Estado, aunque ha admitido irregularidades en las formas debidas a la prisa con que se acometieron las obras de parque inaugurado en el...

Vicente Conesa, uno de los principales empresarios acusados en el juicio del caso Terra Mítica, ha negado este martes los delitos fiscales y de estafa que se le imputan y ha afirmado que todo lo firmado en el parque temático de Benidorm fue "coherente, realizable y realizado".

Conesa ha negado que se facturase varias veces por las mismas cosas, como mantienen la Fiscalía y la Abogacía del Estado, aunque ha admitido irregularidades en las formas debidas a la prisa con que se acometieron las obras de parque inaugurado en el año 2000. Entre ellas, el hecho de que él se convirtiera en gerente de jardinería del parque sin un contrato que respaldase tal condición, pese a su condición de proveedor de Terra Mítica. En el juicio hay 35 acusados que se enfrentan a más de 700 años de cárcel. Se les atribuyen diversos delitos, incluidos fraudes fiscales por importe de 4,4 millones de euros.

El empresario ha justificado los años que estuvo facturando aparentemente por lo mismo, trabajos de jardinería, sosteniendo que hubo problemas en la construcción que tardaron mucho tiempo en solucionarse. "Unas piedras que se habían introducido en una tubería tardaron dos años en salir y obturar el riego de una zona", ha afirmado a preguntas de la fiscal.

También ha justificado los diversos documentos firmados por una de sus empresas, C-3, entre ellos un contrato que los cuatro exdirectivos imputados no reconocen como válidos, afirmando que la urgencia llevaba al parque a buscar a sus trabajadores "para firmar cualquier cosa, papeles de más o menos importancia".