Detectadas seis sepulturas en la cripta donde se busca a Cervantes

Ya hay constancia de que los nichos contienen restos humanos

El espeleólogo y escalador Asier Izaguirre, miembro del equipo que busca los restos de Miguel de Cervantes.

La investigación para hallar los restos de Miguel de Cervantes avanza a buen ritmo, con sorpresas imprevistas: seis nuevas sepulturas, desconocidas hasta ahora, acaban de ser detectadas este domingo por el equipo investigador forense de la Sociedad Científica Aranzadi y por expertos en georradar y termografía, durante la limpieza e iluminación de la cripta funeraria del convento de las Trinitarias de Madrid. La pequeña necrópolis subterránea alberga 33 nichos de pared donde podrían hallarse los huesos del escritor universal. A partir de ahora, a la exploración de los nichos habrá que añadir la...

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La investigación para hallar los restos de Miguel de Cervantes avanza a buen ritmo, con sorpresas imprevistas: seis nuevas sepulturas, desconocidas hasta ahora, acaban de ser detectadas este domingo por el equipo investigador forense de la Sociedad Científica Aranzadi y por expertos en georradar y termografía, durante la limpieza e iluminación de la cripta funeraria del convento de las Trinitarias de Madrid. La pequeña necrópolis subterránea alberga 33 nichos de pared donde podrían hallarse los huesos del escritor universal. A partir de ahora, a la exploración de los nichos habrá que añadir la de las nuevas tumbas halladas en el suelo de la cripta.

Los sepulcros, hasta ahora inadvertidos, surgieron a la vista del equipo investigador en las últimas horas, durante la limpieza del maderamen y los escombros depositados en la cripta, al retirarse de su base numerosos palés sobre los cuales habían permanecido tiempo atrás apilados libros de una editorial de arte religioso para evitar su contacto con el suelo. Las maderas fueron recogidas por el servicio municipal de limpieza, SELUR, carecían de valor.

El nuevo hallazgo consiste en seis espacios delimitados por un perímetro de ladrillos rojizos dispuestos de canto, en la misma disposición que presentan muchos enterramientos, normalmente anteriores al siglo XVIII, en el suelo de veteranas iglesias. Se trata pues, con seguridad, de sepulturas, en cualesquiera de las cuales puede hallarse enterrado el autor del “Ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha”, enterrado en las Trinitarias en 1616.

Certeza confirmada

Por otra parte, la microperforación de los petos de los 33 nichos de la cripta, para la introducción de cables rematados por microcámaras de introspección de los ataúdes, no ha comenzado formalmente aún. Sin embargo, se ha aprovechado la existencia de resquicios en el área baja del frontal que alberga estos enterramientos parietales, una zona dañada por humedades, para realizar endoscopias en el interior de algunos de ellos. El acceso ha sido posible a través de pequeñas cavidades generadas por el desconchado causado por el agua, sobre todo en la parte baja del mural que contiene los nichos. De estas endoscopias se ha averiguado que los nichos contienen restos óseos en su interior. Ello despeja la posibilidad de que estuvieran vacíos, eventualidad que, hasta ahora, cabía tener en cuenta.

Ambas noticias, los seis nuevos hallazgos y la certeza de que los nichos contienen restos humanos, desencadenaron ayer el optimismo del equipo investigador, una decena de personas presentes el domingo, que a la limpieza iniciada el sábado y proseguida ayer añadió el examen con georradar y termografía del suelo y las paredes de la cripta, ya limpia, todo lo cual ha procurado las novedades descritas.

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El sábado próximo comenzará la investigación arqueológica y forense propiamente dicha, en la que figura como titular Almudena García Rubio, arqueóloga vinculada a la Universidad Autónoma de Madrid por numerosos proyectos de investigación. La arqueóloga pertenece a la Sociedad Científica Aranzadi, que preside el médico especialista en Medicina Legal y Forense, profesor de la Universidad del País Vasco, Francisco Etxeberria.

La fase de examen forense distinguirá por la visión proporcionada por las microcámaras si los restos óseos localizados dentro de nichos o sepulturas se encuentran en posición primaria, ordenadamente dispuesto, o bien en desorden. La primera disposición señala generalmente mayor antigüedad, si bien puede darse el caso de restos aún más antiguos, aunque desordenados, por haber sido sometidos a manipulación durante traslados o reacomodos.

Asimismo, de descartarse la presencia de la osamenta de Cervantes en nichos y sepulturas de la cripta, se contempla una tercera posibilidad, la de que estén sepultados a los pies del altar de la Inmaculada, lateral al templo del convento de las Trinitarias abierto al culto. Por ello, para evitar incomodidades al público y a las religiosas, el acceso a este enterramiento se realizaría desde el techo abovedado de la cripta que alberga los nichos, situado a escasa distancia de la base de aquel.

El tendido del cable provisto de microcámaras para examinar el interior de esta sepultura doble correspondería al avezado escalador Asier Izagirre, vinculado a la sociedad Aranzadi en numerosas de sus actuaciones arqueológicas y forenses. Izagirre ha descendido y sondeado asimismo numerosas cuevas y grutas del País Vasco y Cantabria, así como fosas en otras zonas de España.

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