Cae el número de accidentes causados por jabalíes en los Aiguamolls

Los accidentes de tráfico en los 110 kilómetros de carreteras y caminos asfaltados en torno al Parque Natural del Aiguamolls de l’Empordà han disminuido de forma radical. Desde el año 2000 hasta este mes de noviembre se han contabilizado 212 siniestros, en los que el 77% han sido con jabalíes y el resto, con gamos. En 2008, los accidentes aumentaron de forma notable, en paralelo al incremento de población de las dos especies de ungulados presentes en el parque. Desde entonces, la estrategia de gestión aplicada ha sido un éxito y las colisiones se han reducido. Este año se ha registrado un solo...

Los accidentes de tráfico en los 110 kilómetros de carreteras y caminos asfaltados en torno al Parque Natural del Aiguamolls de l’Empordà han disminuido de forma radical. Desde el año 2000 hasta este mes de noviembre se han contabilizado 212 siniestros, en los que el 77% han sido con jabalíes y el resto, con gamos. En 2008, los accidentes aumentaron de forma notable, en paralelo al incremento de población de las dos especies de ungulados presentes en el parque. Desde entonces, la estrategia de gestión aplicada ha sido un éxito y las colisiones se han reducido. Este año se ha registrado un solo accidente con jabalíes (frente a los 20 de 2008) y ninguno con gamos (ocho hace seis años).

En las últimas décadas, tanto el jabalí como el gamo —este último introducido por los responsables del parque a finales de los 80— experimentaron un aumento de población que incrementó el peligro en las carreteras y los daños en cultivos. Esta situación llevó a evidenciar la necesidad de un control demográfico con técnicas compatibles con la conservación de la biodiversidad de la zona. Las capturas de jabalíes empezaron en 1998 y las de gamos en 2004, en ambos casos por parte del Cuerpo de Agentes Rurales, en coordinación con la dirección del Parque Natural y de Minuartia, una empresa especializada. La coordinación a tres bandas, según el director del Parque, Sergi Romero, “ha dado muy buenos resultados que se han traducido en un radical descenso de la accidentalidad, una afectación infinitamente menor en daños a cultivos, y un descenso en la depredación de huevos y crías de aves protegidas”.

Este año se ha registrado un solo accidente con jabalíes (frente a los 20 de 2008) y ninguno con gamos (ocho hace seis años)

Todos estos conflictos han disminuido en las Reservas Naturales Integrales (RNI) aplicando un fuerte control poblacional (eliminación de ejemplares), combinado con otras medidas de gestión de los hábitats. Por ejemplo, el desbroce de márgenes cercanos a las carreteras para que no sean foco de atracción. O la eliminación de arbustos para impedir que los jabalíes encuentren de forma cómoda alimento, refugio y seguridad, teniendo en cuenta que en estos espacios está prohibida la caza. También han influido la señalización de las carreteras y los controles de velocidad policiales. Desde el inicio de este control y hasta el 2013, se han abatido en las tres RNI del parque una media anual de 61 jabalíes y 63 gamos. Estas capturas, realizadas utilizando variedad de técnicas, siempre se llevan a cabo intentando causar las mínimas molestias a las otras especies de fauna.

Entre 2008 y 2013 la densidad de gamos del parque se ha reducido en un 50% y se ha conseguido una reducción de los accidentes de casi el 90%. El objetivo es mantener una baja densidad de esta especie, ya que un exceso podría comportar daños en la agricultura y un aumento de la accidentalidad en las carreteras. En 2008 se llegó a la desorbitada cifra de 241 y en la actualidad hay censados un centenar. Según el Jefe de los Agentes Rurales de Girona, Ignasi de Dalmases, en cuanto a los jabalíes, “es imposible hacer un censo”, sin embargo sí existe una estadística de la evolución de las capturas.