El PSOE cierra filas con la medida de Díaz de pedir el escaño a los aforados

La presidenta de la Junta informó a Manuel Chaves y José Antonio Griñán

Ante decisiones duras y polémicas en el PSOE, la receta habitual que aplica este partido es el del cierre de filas. Es lo que ocurrió este viernes cuando uno a uno los ocho secretarios provinciales socialistas dieron su apoyo expreso a favor de la medida de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, de que los nueve aforados señalados por el caso de los ERE tendrán que dejar el escaño si resultan imputados. Todos ello...

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Ante decisiones duras y polémicas en el PSOE, la receta habitual que aplica este partido es el del cierre de filas. Es lo que ocurrió este viernes cuando uno a uno los ocho secretarios provinciales socialistas dieron su apoyo expreso a favor de la medida de la presidenta de la Junta, Susana Díaz, de que los nueve aforados señalados por el caso de los ERE tendrán que dejar el escaño si resultan imputados. Todos ellos destacaron el acierto de una medida que, según coincidieron, es lo que piden los ciudadanos.

Díaz explicó la noche del jueves a los ex presidentes de la Junta Manuel Chaves y José Antonio Griñán las razones que le han llevado a ir más allá de las normas internas del PSOE, que establecen que los cargos socialistas deben renunciar a sus actas si se les abre juicio oral. Lo hizo después de que estos se enteran por los telediarios, como el resto de los exconsejeros.

También expuso sus razones ante el pleno de la ejecutiva regional. Según varias fuentes, la secretaria general del PSOE aseguró que el actual contexto político requiere un nivel de exigencia mayor. También aludió a la dificultad de afrontar un debate en el Parlamento “con cinco diputados imputados sentados en los escaños”, aseguran estos interlocutores. El mismo problema tendría el secretario general federal, Pedro Sánchez, en el Congreso, quien, según algunas fuentes, comparte el salto cualitativo dado por la presidenta andaluza.

Aunque públicamente los socialistas —salvo el exconsejero José Antonio Viera— no cuestionan la decisión, en privado son muchos los dirigentes que no la comparten y hablan de desconcierto. Señalan el desgarro personal que supone el imaginar siquiera que dirigentes históricos se vean obligados a renunciar a su escaño sin ser condenados. Dicho esto, reconocen que en la situación actual oponerse a una medida de este tipo es suicida políticamente. “No es justa ni injusta. Es lo que hay. El país está loco”, aseguró un diputado andaluz.

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