La división sindical enreda las elecciones en la Ertzaintza

Erne y ELA recurren ante la Junta Electoral “irregularidades” en los comicios

Los seis sindicatos que actualmente tienen representación en la Ertzaintza vuelven a concurrir a las elecciones de la policía vasca, previstas para el próximo 30 de octubre y cuya campaña electoral arrancó ayer en medio de una acusada división sindical. Un total de 7.853 funcionarios policiales —4.118 de Bizkaia, 2.240 de Gipuzkoa y 1.495 de Álava— están llamados a las urnas después de que el Departamento de Seguridad, dirigido por la consejera Estefanía Beltrán de Heredia, aco...

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Los seis sindicatos que actualmente tienen representación en la Ertzaintza vuelven a concurrir a las elecciones de la policía vasca, previstas para el próximo 30 de octubre y cuya campaña electoral arrancó ayer en medio de una acusada división sindical. Un total de 7.853 funcionarios policiales —4.118 de Bizkaia, 2.240 de Gipuzkoa y 1.495 de Álava— están llamados a las urnas después de que el Departamento de Seguridad, dirigido por la consejera Estefanía Beltrán de Heredia, acordase a mediados de agosto pasado convocar la cita electoral con el visto bueno de las centrales minoritarias —Esan, CC OO y Euspel— y el rechazo de las más potentes —Erne, ELA y Sipe— en el cuerpo.

“Estas elecciones se producen en un momento de descomposición sindical”, afirma con rotundidad Roberto Seijo, secretario general de Erne. “Está en juego si los ertzainas quieren confiar su futuro en un sindicalismo complaciente o en otro que defiende la confrontación”, asegura Tomás Rodríguez, responsable de ELA, quien considera que este último modelo “es el único que nos va a devolver los derechos ilegítimamente usurpados por la consejería”.

Las urnas dirimirán los 63 representantes sindicales recogidos en la Ley de Policía vasca: 17 delegados de Álava, 26 de Bizkaia y 20 de Gipuzkoa. Los seis sindicatos policiales se disputan la representatividad en un panorama presidido por la atomización existente entre los representantes de los agentes. Finalmente, serán los mismos que actualmente tienen representación, después de que UGT renunciara a presentar su candidatura, aunque barajó hacerlo en Álava y Gipuzkoa.

Roberto Seijo (Erne): “La cita llega en un momento de descomposición sindical”

El sindicato profesional Erne es el mayoritario desde hace 12 años y cuenta con el 35,54% de los apoyos (22 delegados), aunque perdió peso con respecto a 2006, cuando alcanzó el 38,7%. Le sigue ELA, con 14 delegados y el 22,7% de los votos en 2010, por debajo de la cuota que obtuvo cuatro años antes (el 27%). Esan, una escisión de ELA, tienen siete representantes, tras pasar del 8,4% al 12,84% de los votos en las elecciones pasadas. El Sindicato Profesional de la Ertzaintza (Sipe), con otros siete delegados, logró pasar del 5,4% en 2006 al 10,69% en los anteriores comicios internos. CC OO tiene seis miembros tras caer del 11,3% al 7,56%. Y Euspel, nutrido por los berrozis, cuenta con cuatro y el 7,24% de los apoyos (el 5% en 2006).

Si las elecciones se convocaron bajo el signo de la confrontación, esta se ha agudizado nada más ponerse en marcha la maquinaria. ELA y Erne presentaron un recurso ante la Junta Electoral tras “constatar que la consejería no había facilitado papeletas ni sobres para el voto diferido”, advierte Rodríguez.

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“Se está judicializando todo. Esto es un escándalo”, añade Seijo, cuyo sindicato Erne ha emprendido una campaña de movilización sin precedentes contra los responsables políticos y mandos de la policía vasca: “No jugamos más que nunca la recuperación de las condiciones laborales en un momento de deterioro absoluto con la consejería, tras su decisión de recortar en seguridad pública y plantear un modelo organizativo de la Ertzaintza sin contar con la opinión de los agentes”, critica Seijo.

Para Hernández, está en juego “el modelo sindical que lucha contra los recortes, como defendemos en ELA y en menor medida Erne, frente a la estrategia complaciente de Esan”, que a juicio de Erne, se trata de “un sindicato muy clientelista y plegado al Gobierno vasco”.

La guerra entre ELA y Esan es notable, como se desprende de las críticas que esta última acaba de dirigir contra la primera por contar con dirigentes que, por ejemplo, “apoyaron a los manifestantes” que se concentraron el pasado 11 de octubre para dificultar la detención de dos jóvenes condenados por desórdenes en el 29-M: “ELA nos insulta y nos increpa a los ertzainas en nuestro trabajo, mientras continúa apoyando al piquete que apaleó a dos compañeros”.

Euspel, por su parte, se propone estar presente en la mesa de negociación para “echar atrás los recortes laborales, la nueva organización que aleja a la Ertzaintza de la ciudadanía y precaria las labores de investigación”.

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