Los trabajadores de los cines Imax culpan del cierre a la falta de inversiones

Los 21 empleados se ven abocados a un expediente de regulación de empleo

Otro empleado consultado, que pidió mantenerse en el anonimato, explicó que los cines han estado durante los últimos años reciclando películas y reduciendo las sesiones de emisión, lo que que acababa desincentivando la presencia de público. De hecho, ambos coincidieron en que el gran último estreno, Alicia en el país de las maravillas, dirigida por Tim Burton, fue todo un éxito de asistencia. Ese fue alrededor de abril de 2010 y poco después la compañía presentó un expediente de regulación para reducir un 60% la jornada de los trabajadores que se mantuvo hasta 2013. Fruto de esa decisión mucho...

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"La compañía hace tiempo que no invierte en los cines y llevamos cuatro años sin estrenar una película", denunciaba ayer Xavier Torrecilla, un trabajador del Imax Port Vell, convencido de que es esa la razón de que el cine panorámico de Barcelona —también el de Madrid— tenga que cerrar las puertas el próximo mes de septiembre después de que la sociedad de la que depende, Teatromax, haya presentado concurso de acreedores. En su opinión, la reducción de la calidad de las proyecciones y la falta de oferta novedosa está detrás del desplome de asistencia a los cines, de apenas 130.000 en 2013 en el caso de la capital catalana.

Otro empleado consultado, que pidió mantenerse en el anonimato, explicó que los cines han estado durante los últimos años reciclando películas y reduciendo las sesiones de emisión, lo que que acababa desincentivando la presencia de público. De hecho, ambos coincidieron en que el gran último estreno, Alicia en el país de las maravillas, dirigida por Tim Burton, fue todo un éxito de asistencia. Ese fue alrededor de abril de 2010 y poco después la compañía presentó un expediente de regulación para reducir un 60% la jornada de los trabajadores que se mantuvo hasta 2013. Fruto de esa decisión muchos empleados dejaron su empleo.

La plantilla, que se enfrenta a un expediente de regulación de empleo para extinguir los 21 empleos que permitían que funcionaran ambos cines —once en Barcelona y diez de Madrid—, sabe desde finales de julio que los cines no continuarían su actividad, semanas después de que la dirección presentara un concurso con unas deudas impagadas por valor de 5,5 millones de euros. Sobre la mesa hay una propuesta de despido con una indemnización de veinte días por año trabajado, cantidad que una parte de la plantilla se niega a aceptar.

Según explicaron los trabajadores, el administrador concursal presentó una propuesta para poder cerrar las instalaciones al finalizar el mes de julio y reducir la sangría de pérdidas. La falta de consenso en la plantilla impidió echar adelante el plan.

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