CiU duda entre abstenerse o apoyar la ley de abdicación
Duran Lleida sostiene que no tiene sentido votar en contra porque se trata solo de un procedimiento
La votación en el Congreso de la ley de abdicación del rey Juan Carlos en favor del príncipe Felipe ha generado un intenso debate en el seno de Convergència i Unió. El texto legal tiene garantizada su aprobación con los votos de los grupos mayoritarios, pero el sentido del voto de Convergència i Unió es una incógnita en pleno proceso soberanista catalán. De momento la federación duda entre la abstención y el voto afirmativo.
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La votación en el Congreso de la ley de abdicación del rey Juan Carlos en favor del príncipe Felipe ha generado un intenso debate en el seno de Convergència i Unió. El texto legal tiene garantizada su aprobación con los votos de los grupos mayoritarios, pero el sentido del voto de Convergència i Unió es una incógnita en pleno proceso soberanista catalán. De momento la federación duda entre la abstención y el voto afirmativo.
El secretario general de CiU y líder de Unió, Josep Antoni Duran, solo descartó ayer el no. “No tiene sentido votar en contra porque en definitiva es sólo la aplicación” de un procedimiento previsto en la Constitución, dijo. Los nacionalistas tomarán hoy una decisión y, en buena medida, dependerá del criterio del presidente de la Generalitat, Artur Mas.
Los defensores de la abstención son, básicamente, los dirigentes de Convergència Democràtica, que entienden que el sucesorio no es un problema prioritario para Cataluña en estos momentos. “Nuestra hoja de ruta es la consulta de autodeterminación el 9 de noviembre, no el debate sobre la monarquía”, resumía ayer un dirigente de CDC. La ejecutiva del partido debatió sobre el asunto el pasado lunes y en ella dominaron las voces partidarias de la abstención o del voto en contra. Unió duda de esta estrategia y, pese a ser el socio minoritario de la federación, sus posiciones suelen tener peso en las decisiones de la federación nacionalista en el Congreso de los Diputados.
Los movimientos de CiU serán controlados de cerca por su principal rival electoral en Cataluña, ERC, que ya ha anunciado que votará en contra de la ley.