Emilio Moro trae sus vinos a Bilbao

Ofrece un maridaje en el Etxanobe con las señas de identidad de su bodega familiar

Bilbao -
José Moro, con algunas de las distintas producciones de la bodega que regenta.

La bodega familiar Emilio Moro, ubicada en el pueblo vallisoletano de Pesquera de Duero, ha añadido Bilbao a sus destinos donde paladear las esencias de sus viñedos. Un maridaje en las mesas del restaurante Etxanobe, en el Palacio Euskalduna, ha sido la excusa gastronómica para que José Moro, referente de esta empresa vinícola, explique este jueves las líneas maestras de sus dist...

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La bodega familiar Emilio Moro, ubicada en el pueblo vallisoletano de Pesquera de Duero, ha añadido Bilbao a sus destinos donde paladear las esencias de sus viñedos. Un maridaje en las mesas del restaurante Etxanobe, en el Palacio Euskalduna, ha sido la excusa gastronómica para que José Moro, referente de esta empresa vinícola, explique este jueves las líneas maestras de sus distintas producciones y la apuesta por la penetración de sus vinos en los mercados nacional y exterior.

Con una colección de sus distintos vinos de la marca Emilio Moro, mientras los de Cepa 21 aguardaban en otra mesa, el responsable de esta bodega ha ido detallando las cualidades de estas apuestas. José Moro decidió hace tiempo apostar por la proyección de su marca como referencia de su presencia en este mundo vinícola y se alejó de las etiquetas temporales de los crianzas y reservas. La consideración de un Malleolus es su gusto y su aceptación en boca.

El propósito de no desvirtuar la filosofía familiar fue detallado por Moro en Bilbao al igual que acababa de hacer en uno de sus recientes viajes a Estados Unidos, destino al que sirve directamente para apuntalar la confianza del exigente mercado americano en su marca. Así, ha explicado que en su bodega se conserva la esencia de los antiguos majuelos, denominación que identifica la manera de entender el vino y de la que acuña su personalidad.

José Moro, consejero delegado de la marca, ha insistido en la importancia de la perfecta adecuación del triángulo que forman el alcohol, la acidez y la estructura. Pero, al mismo tiempo, ha abogado por el equilibrio entre la tradición, la innovación y la responsabilidad social. Es significativo que los ingresos derivados de la producción de la marca Clon de la Familia, con una producción tan solo de 996 botellas, son destinados a la Fundación implantada por esta bodega y desde donde se atienden necesidades sociales.

Sobre la mesa, esta bodega del Duero ha presentado botellas para su degustación de Finca Eesalso, Emilio Moro, Malleolus, Malleolus de Valderramiro, Malleolus de Sanchomartin y la del Clon de la Familia.

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