El PSE se desvincula de la directora de EiTB pese a haberla aupado al cargo
Los socialistas, que respaldaron al PNV en la designación de Iturbe, aseguran que sigue los "monotemas del nacionalismo"
Llevaba semanas aumentando el control, y también la crítica, hacia la dirección de EiTB y esta mañana ha dejado claro que su paciencia se ha agotado. El PSE ha escenificado su ruptura con la responsable de la radiotelevisión pública, Maite Iturbe, cuya elección garantizó al PNV en el Parlamento hace un año, en el seno de u...
Llevaba semanas aumentando el control, y también la crítica, hacia la dirección de EiTB y esta mañana ha dejado claro que su paciencia se ha agotado. El PSE ha escenificado su ruptura con la responsable de la radiotelevisión pública, Maite Iturbe, cuya elección garantizó al PNV en el Parlamento hace un año, en el seno de un amplio acuerdo entre ambos partidos, el primero de los que después se han sucedido, para renovar cargos importantes que requieren de una mayoría parlamentaria.
Doce meses y varios encontronazos después —en forma de cortantes respuestas parlamentarias tanto por escrito como en comisión, quejas sobre la falta de explicaciones, acusaciones de falta de transparencia—, los socialistas se han eximido a sí mismos de toda responsabilidad sobre la dirección del ente y han asegurado que se la “trasladan” al Gobierno y a la consejera de Cultura, Cristina Uriarte.
Los socialistas descartan pedir la dimisión de la directora actual
Ha sido la confirmación de una ruptura anunciada a través de enconados debates con Iturbe en sede parlamentaria, en la que la comisión de control al ente público se ha estado dividiendo entre nacionalistas y no nacionalistas. EH Bildu ha pasado de tumbar las primeras cuentas de Iturbe en señal de protesta ante el modo en que la directora fue designada a convertirse en el “apoyo” de la directora de la radiotelevisión, ha señalado Mikel Unzalu, portavoz socialista en esta materia. Unzalu ha asegurado que la “ruptura de confianza” ha sido por decisión de la cúpula de EiTB, porque la propia Iturbe —también ha metido en el saco a Uriarte—, ha dado por “amortizado el apoyo” del PSE. “No dimos un cheque en blanco”, ha resaltado Unzalu.
El rosario de críticas ha llegado con una importante aclaración: el PSE no pedirá la dimisión de la directora porque no se siente “competente”, ha señalado Idoia Mendia, apuntando al PNV. Lo que sí harán es despojarse de toda responsabilidad ante las decisiones que está tomando la cúpula del ente público. La razón principal de la brecha aireada públicamente por el PSE es que la línea editorial del ente público “no responde a la ley de creación” de EiTB y “no representa la pluralidad” de Euskadi. En el ente público “prevalecen los monotemas del nacionalismo, la patria y los presos”, ha asegurado Unzalu, que ha criticado que EiTB se posiciona como “mero relator de hechos” en situaciones como una entrevista a un expreso de ETA.
También defienden argumentos de gestión interna del propio organismo. El PSE alberga dudas sobre la gestión interna, sobre cuestiones como la “oscuridad” que observan en la contratación de productoras externas o los sueldos de los cargos intermedios de EiTB. En el terreno laboral, duda de la posibilidad legal de convocar la oferta pública de empleo prevista y advierte de que existe una “semilla de conflictividad” ante la falta de consensos con el comité de empresa. El último punto de desencuentro es el plan de euskera: “no podemos avalar el gasto de tres canales en euskera, que parece el modelo de la dirección actual”, ha defendido Mendia. UPyD también ha reclamado la retirada del plan por ser un “exceso inaceptable”.
El distanciamiento del PSE ante la situación de EiTB es parte del resultado del primer acuerdo sellado por PNV y PSE esta legislatura. Ambos partidos firmaron un acuerdo para cambiar la cúpula de EiTB, el Ararteko —Iñigo Lamarca deja su puesto en 2014, ya que no puede revalidarlo legalmente por tercera vez—. Mendia ha querido dejar claro que “el acuerdo no ha perdido su vigencia”. Otro importante pacto entre PNV y PSE, el de creación de la ponencia de paz, desembocó en una congelación de esta en septiembre por el enfado de los socialistas ante la postura de EH Bildu. El puente más importante, el acuerdo socioeconómico que sustenta al Gobierno de Iñigo Urkullu, sigue en pie.