Los túneles de la plaza de Navalcarnero se excavaron sin proyecto técnico

Un ingeniero municipal declaró ante el juez que las galerías no existían antes del inicio de las obras en 2004

Manuel Muñoz, uno de los afectados por las obras en la plaza de Navalcarnero. SAMUEL SÁNCHEZ

Las cuevas bajo la plaza principal de Navalcarnero ni tienen una antigüedad de cientos de años ni se realizaron con los correspondientes permisos técnicos. Como mucho, se remontan a 2004, cuando el alcalde desde 1995 de la localidad, Baltasar Santos (PP), ordenó el inicio de las obras, paralizadas en 2011 tras la denuncia del PSOE. “No ha existido, que sepa, un proyecto técnico de las obras”, afirmó el exingeniero municipal Juan Antonio Martín Rodríguez en junio de 2012 ante el titular del juzgado de instrucción número 4 del municipio de 26.000 habitantes. La oposición sospecha que se han gast...

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Las cuevas bajo la plaza principal de Navalcarnero ni tienen una antigüedad de cientos de años ni se realizaron con los correspondientes permisos técnicos. Como mucho, se remontan a 2004, cuando el alcalde desde 1995 de la localidad, Baltasar Santos (PP), ordenó el inicio de las obras, paralizadas en 2011 tras la denuncia del PSOE. “No ha existido, que sepa, un proyecto técnico de las obras”, afirmó el exingeniero municipal Juan Antonio Martín Rodríguez en junio de 2012 ante el titular del juzgado de instrucción número 4 del municipio de 26.000 habitantes. La oposición sospecha que se han gastado más de 25 millones de euros del presupuesto local en las obras, a través del desvío de partidas económicas de otros proyectos del gobierno municipal. El técnico dijo “desconocer” el coste aproximado de los trabajos.

Inspección de Patrimonio

Varios técnicos de la Dirección General de Patrimonio Histórico inspeccionarán este miércoles el conjunto de galerías subterráneas bajo la plaza de Segovia, a raíz de las denuncias de irregularidades presentadas tanto por la oposición como por algunos particulares afectados, como Manuel Muñoz. El Ayuntamiento se arriesga a una multa de hasta un millón de euros.

Tal y como declaró el ingeniero Martín Rodríguez, la zona a examinar es un conjunto histórico con edificaciones declaradas Bien de Interés Cultural (BIC), por lo que “cualquier obra” en ese entorno “necesita una autorización previa” de la Comunidad. “Para cualquier actuación en la plaza es necesaria una autorización de Patrimonio (...) y para conseguirla es necesario presentar un proyecto técnico previo, sin el que ni siquiera se puede solicitar dicha autorización”, advertía el responsable municipal hace año y medio.

En el Gobierno regional “no hay constancia de solicitud de autorización” para las obras. “Es una muestra más de la irresponsabilidad del alcalde”, reflexiona José Luis Adell, portavoz local del PSOE.

En contra del mensaje que el regidor popular vende desde hace años, los túneles que horadan el corazón de la plaza de Segovia son nuevos y se excavaron con herramientas modernas. En su declaración como testigo, Martín Rodríguez, que llevaba en el cargo de ingeniero municipal desde 1995, manifestó que “en el año 2003 no había ninguna cueva debajo de la plaza de Segovia”. Así lo corroboran los levantamientos de planos topográficos encargados por el Ayuntamiento. En ellos, se muestra la evolución de las galerías desde diciembre de 2003 —entonces se apreciaban túneles y fresqueras en buena parte de los edificios que forman el perímetro de la plaza, pero no debajo de esta— a finales de 2010. Siete años después, el subsuelo alcanzaba una extensión de varios kilómetros repartidos por distintos niveles: la longitud aproximada de la cueva es de unos 660 metros lineales, según fuentes municipales. Un portavoz del Ayuntamiento afirma que las cuevas iban apareciendo en los planos topográficos “conforme se iban catalogando”.

La versión del Consistorio no se mantiene frente a la declaración de Martín Rodríguez. El ingeniero del Ayuntamiento —ya no lo es: fue despedido meses después de sus palabras en sede judicial— señaló que las cuevas presentes en el inventario “sí existían”, pero que las que figuran bajo la plaza “se llevaron a cabo con la finalidad de conectar las cuevas inventariadas e irlas recuperando”. “La perforación de cuevas en la plaza ha sido una obra nueva por la razón anteriormente expuesta”, apostillaba el técnico municipal. Esto es, que se construyeron donde antes no existían y, por tanto, se trata de la “ejecución de nuevos tramos”, según denuncia la oposición (el PP tiene 12 ediles, por siete del PSM, uno de IU y otro del Partido Democrático Popular).

Para solventar los problemas legales de la obra, el regidor encargó a finales de 2011 un proyecto “de legalización de las cuevas”. El ingeniero afirmó que “nunca le preguntaron si había sido necesario” dicho proyecto técnico —lo que se hizo fue un estudio previo que costó un millón de euros—, pero sí le encargaron que localizara especialistas para legalizarlo: la intención de Santos es abrir las cuevas esta primavera. Para ello se puso en contacto con la Escuela de Minas de la Universidad de Castilla-La Mancha, argumentando que habían rehabilitado unas minas en Almadén (Ciudad Real). Aun así, Martín Rodríguez subrayó ante el juez que “cualquier obra debe estar proyectada antes de empezar, porque cualquier obra necesita un proyecto previo, y también debería estar presupuestada para pagar los materiales”.

La maquinaria utilizada en las perforaciones consistió en herramientas manuales, como martillos eléctricos pequeños de unos nueve kilos, así como varias docenas de cintas transportadoras de tierra. La Universidad de Castilla-La Mancha apunta que, “debido a las características geotécnicas y geomecánicas” del terreno, “se ha utilizado y se seguirá haciendo el martillo picador neumático”. Esta herramienta está indicada para avances en túneles o cavidades subterráneas “en suelos o rocas blandas”, según el estudio de los ingenieros de minas.

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El volumen estimado de tierras extraídas, en lo que el Consistorio define como “labores de limpieza” y no obras nuevas, es de unos 4.200 metros cúbicos, equivalente a la capacidad de 700 camiones.

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