Condenado a 21 años el acusado de matar a su hija de 18 meses en Zarautz

El jurado reconoce la atenuante de alteración psíquica

La Audiencia de Gipuzkoa ha condenado a un total de 21 años de prisión por un delito de asesinato y otro de amenazas a un hombre que arrojó al mar a su hija de 18 años en Zarautz.

El acusado fue declarado culpable de estos dos delitos por el jurado popular que enjuició los hechos, ocurridos el 7 de octubre de 2010. El tribunal ha condenado al acusado a 19 años de prisión por el asesinato, delito al que ha aplicado las agravantes de parentesco y de aprovechamiento del lugar y tiempo, y la atenuante ana...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La Audiencia de Gipuzkoa ha condenado a un total de 21 años de prisión por un delito de asesinato y otro de amenazas a un hombre que arrojó al mar a su hija de 18 años en Zarautz.

El acusado fue declarado culpable de estos dos delitos por el jurado popular que enjuició los hechos, ocurridos el 7 de octubre de 2010. El tribunal ha condenado al acusado a 19 años de prisión por el asesinato, delito al que ha aplicado las agravantes de parentesco y de aprovechamiento del lugar y tiempo, y la atenuante analógica de alteración psíquica, y a otros dos años de cárcel por las amenazas a su exmujer.

En su veredicto, el jurado consideró probado que el hombre y su pareja mantuvieron una discusión en el domicilio familiar de Eibar la noche del 5 de octubre, durante la que el encausado advirtió a su compañera y madre de la niña, de nacionalidad rumana, de que la mataría si a la mañana siguiente continuaba en la vivienda o si se llevaba a la pequeña con ella.

La mujer no esperó a que se cumpliera este plazo y aquella misma noche abandonó, junto a su otro hijo, el piso en el que la pareja vivía de alquiler, dejando a la niña al cuidado del padre. No obstante, al día siguiente, la propietaria de la vivienda desalojó al acusado del inmueble ya que el contrato de arrendamiento se había hecho a nombre de la mujer.

El imputado pasó el resto del día "consumiendo bebidas alcohólicas" con un amigo, entre Eibar y Durango, sin prestar "atención alguna" a la pequeña que "tuvo que ser alimentada" por el otro hombre. El acusado telefoneó en varias ocasiones a la madre de la pequeña para pedirle que se olvidara de ambos, si bien cuando la mujer le dijo que pensaba regresar a Rumanía el hombre le espetó: "Espera lo que te va a pasar, te vas a enterar. Vas a tener un final feliz".

Ya por la noche, acudió a una chabola situada en una zona apartada de Zarautz en la que había vivido en períodos anteriores, aunque la puerta estaba cerrada y tanto él como la pequeña durmieron en un colchón que encontró en la basura.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Durante la madrugada, el acusado despertó, tomó a su hija, descendió las escaleras que conducen al paseo marítimo y se acercó a la zona limítrofe con el mar y la arrojó al agua con la intención de matarla.

El jurado no concedió credibilidad alguna a la versión que el procesado ofreció durante el juicio, según la cual perdió de vista a su hija mientras dormía en el malecón de Zarautz, modificando su declaración inicial en la que dijo que ambos durmieron en una chabola en el monte.

Esta versión fue ofrecida por el inculpado por primera vez en el juicio oral, mientras que hasta ese momento había asegurado que había dormido con la niña en el exterior de la chabola de la zona de Montexio.

El tribunal ha impuesto al condenado la pena de 19 años de cárcel, sólo uno menos del máximo establecido para el asesinato, al valorar la gravedad del hecho y estimar, al mismo tiempo, la atenuante analógica de alteración psíquica.

Además, el condenado deberá indemnizar a la madre de la niña con 35.000 euros por daños morales y no podrá acercarse a ella a menos de 200 metros durante tres años como consecuencia de la pena por amenazas condicionales que cometió contra la mujer.

Archivado En