La suerte de Querejeta

Cuando la suerte depende de cinco números, de los cinco dígitos de cada décimo de la lotería de Navidad, por raro que parezca nada se deja al azar. El ritual de comprar un boleto u otro, de acercase a una administración o a la de la acera de enfrente, está impregnado de una suerte de supersticiones que año tras año muchos repiten. Cada vasco, si se mantienen las cifras de 2013, se ha gastado de media 64 euros en esta tradición anual de intentar dar caza a la suerte y entre los 167,5 millones de euros que se han consignado entre todas las a...

Cuando la suerte depende de cinco números, de los cinco dígitos de cada décimo de la lotería de Navidad, por raro que parezca nada se deja al azar. El ritual de comprar un boleto u otro, de acercase a una administración o a la de la acera de enfrente, está impregnado de una suerte de supersticiones que año tras año muchos repiten. Cada vasco, si se mantienen las cifras de 2013, se ha gastado de media 64 euros en esta tradición anual de intentar dar caza a la suerte y entre los 167,5 millones de euros que se han consignado entre todas las administraciones de la comunidad hay quien ha fiado su fortuna al número 09613, la fecha de fallecimiento el pasado mes de junio del productor Elías Querejeta, según cuenta Paloma Ortiz de Zárate, delegada de Loterías y Apuestas del Estado en Gipuzkoa.

Los dígitos que coinciden con las fechas de los acontecimientos más destacados del año suelen ser algunos de las más demandados, como explica Ortiz de Zárate, con lo que este 2014 más de uno habrá perseguido décimos como el 13313, el día en el que el Papa Francisco se asomó por primera vez al balcón de la plaza de San Pedro, en Roma, o el 08413, el día de abril en el que falleció la exprimera ministra de Reino Unido, Margaret Thatcher o "cuando Rafa Nadal ganó su octavo Roland Garros o su segundo Open de Estados Unidos o la fecha de la muerte de Hugo Chávez", enumera los décimos más vendidos la delegada de Loterías y Apuestas del Estado.

La sucesión de efemérides más o menos ligadas a grandes acontecimientos o decesos famosos varia cada año pero no la obsesión por conseguir un décimo terminado en cifra impar como el tres, el siete o el nueve, o el 13, el más demandado y eso que, como advierte Ortiz de Zárate, "nunca el Gordo ha terminado en 13. Pero gusta mucho y siempre es muy difícil encontrarlo. Además, es el número de este año", otra de las manías más extendidas.

Hasta que este sábado no se devuelvan todos los décimos que no se han vendido resulta imposible determinar la cantidad total de boletos vendidos, así como el gasto de cada persona. Ortiz de Zárate avanza que las cifras serán menores que las del año pasado, en el que en total en Euskadi se vendieron 140 millones de euros en décimos, un 5% menos que el año anterior, frente a la disminución del 8% del conjunto de toda España.

Por territorios, Bizakaia es el que más juega (76 euros por habitante), seguido de Gipuzkoa (52) y Álava (47,5), pero la provincia afortunada es, por términos de venta, Gipuzkoa. "Aquí ha caído 10 veces el Gordo, mientras que en Bizakaia 15, aunque le tendría que haber correspondido en más ocasiones, y en Álava, tres", detalla Ortiz de Zárate. "La última vez que cayó el Gordo en Gipuzkoa fue en 2010 en Eibar, y antes, Oñati, en 2008, pero el mayor premio se dio en Villabona en 1998, entonces se vendieron 70 series del primer premio, es decir, 126 millones de euros".