Seis años de obras en el Mercado Central de Tarragona

Los empresarios de la zona denuncian la destrucción de 350 empleos Sin fecha para la apertura del centro comercial

Obras del Mercado Central de Tarragona.JOSEP LLUÍS SELLART

“Cerrado por vacaciones (y obras)”, se lee en las persianas bajadas de una joyería cercana a la plaza Corsini de Tarragona. A pocos metros, en una panadería clausurada sobresale otro cartel contundente: “Cerrado por vacaciones (y por culpa del alcalde)”.

Ambos comercios rodean el Mercado Central de la ciudad, un equipamiento que lleva ya seis años en obras y del que no hay una fecha de inauguración concreta fijada. Con un presupuesto de 26 millones de euros, es considerado el proyecto económico más importante de Tarragona de los últimos 100 años. Sin embargo, los retrasos en las obras, ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

“Cerrado por vacaciones (y obras)”, se lee en las persianas bajadas de una joyería cercana a la plaza Corsini de Tarragona. A pocos metros, en una panadería clausurada sobresale otro cartel contundente: “Cerrado por vacaciones (y por culpa del alcalde)”.

Ambos comercios rodean el Mercado Central de la ciudad, un equipamiento que lleva ya seis años en obras y del que no hay una fecha de inauguración concreta fijada. Con un presupuesto de 26 millones de euros, es considerado el proyecto económico más importante de Tarragona de los últimos 100 años. Sin embargo, los retrasos en las obras, el polvo y el ruido de las máquinas ha acabado por convertir el complejo en un quebradero de cabeza para comerciantes y vecinos. Según la Asociación de Empresarios del entorno del Mercado, por culpa de las obras se han clausurado 50 establecimientos, perdido unos 350 puestos de trabajo y la facturación de los negocios supervivientes se ha reducido en un 90%.

“La situación es dantesca, han cerrado un montón de comercios, han abierto algunos que han vuelto a cerrar, ha habido locales que han cambiado de actividad tres o cuatro veces desde el inicio de las obras”, explica Miquel Arrufat, portavoz de la asociación, quien también lamenta la creación de una comisión de seguimiento de la obras que ha resultado ser “inexistente”. “Aquí detrás hay un drama de gente que está perdiendo su trabajo, sus ahorros o su futuro. La reducción de plantilla ha sido drástica, los que están sobreviviendo malviven, no son los 50 que han cerrado sino la situación de los que aún continúan abiertos”, relata. El suyo, una panadería con servicio de cafetería, permanece clausurado sine die para ahorrar en personal y luz.

La facturación de los negocios cercanos se ha reducido en un 90%

Las obras del edificio modernista, construido en 1915, se iniciaron en 2007 con excavaciones arqueológicas incluidas. Los puestos del interior del mercado se trasladaron a unas instalaciones anexas provisionales, donde todavía permanecen. El Ayuntamiento estima que el equipamiento podrá abrir en verano del año que viene y trata de calmar los ánimos crispados de la zona. “Intentamos minimizar al máximo las molestias pero una obra tan grande es muy difícil de gestionar. Hasta ahora sus peticiones se han ido cumpliendo como retirar las vallas, ampliar la acera o abrir los pasos”, explica Patrícia Anton, regidora de Comercio y Turismo (PSC). En mayo el pleno del Ayuntamiento aprobó reducir a la baja el proyecto porque en noviembre del 2012, recuerda Antón, se detectadas grietas en edificios del entorno del mercado que los técnicos calificaron como “sobrevenidas”. En total, el Consistorio tuvo que hacer frente a unos gastos imprevistos de 1,4 millones de euros para repararlas. Para no incrementar la factura del proyecto, se suprimieron algunas partidas del mercado. “Esto nos obligó a hacer pequeños cambios y nos ha retrasado”, asevera la regidora de Comercio.

Por si no hubiera ya bastantes problemas, en 2010 el Gobierno de Zapatero se comprometió a aportar a las reformas ocho millones de euros. Sin embargo, de momento solo han llegado a Tarragona 500.000. “El convenio finalizó, se debe redactar uno nuevo, a día de hoy es imposible decir si habrá o no una partida para el mercado", expresa el Partido Popular en referencia a los presupuestos estatales de 2014. Anton denuncia que el compromiso del Estado no se está cumpliendo y que el Ayuntamiento está estudiando fórmulas, entre ellas avanzar el dinero mientras la cantidad no llega. “No dejaremos de insistir”, afirma la regidora. En la calle, ajenos a las disputas políticas, los vecinos, que en ocasiones deben dar un rodeo a la plaza de varios minutos, piden resultados: “Que se terminen ya las obras, como sea”

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En