Alain Minc tilda la secesión de “tontería”

Entre las voces que desde Europa alertan de los riesgos que entrañaría la independencia de Cataluña ayer resonó la de Alain Minc, presidente de la filial francesa de Abertis y exasesor de Nicolas Sarkozy. “Los catalanes son demasiado inteligentes para hacer esta tontería”, dijo con contundencia Minc sobre la secesión. En una conferencia en Barcelona, el politólogo y economista francés sentenció que la separación de Cataluña implicaría su salida de la UE — “nunca entraría”, sostuvo— y penurias económicas. Minc quiso subrayar que la comunidad no recibiría apoyo de los grandes países europeos por...

Entre las voces que desde Europa alertan de los riesgos que entrañaría la independencia de Cataluña ayer resonó la de Alain Minc, presidente de la filial francesa de Abertis y exasesor de Nicolas Sarkozy. “Los catalanes son demasiado inteligentes para hacer esta tontería”, dijo con contundencia Minc sobre la secesión. En una conferencia en Barcelona, el politólogo y economista francés sentenció que la separación de Cataluña implicaría su salida de la UE — “nunca entraría”, sostuvo— y penurias económicas. Minc quiso subrayar que la comunidad no recibiría apoyo de los grandes países europeos porque no les conviene “una España amputada”. El politólogo auguró una fuga de inversión extranjera que dejaría a Cataluña “en la periferia” en caso de separación de España. “Sueñan con ser el Singapur de la UE, pero nunca lo serán”, remachó.

Minc censuró también la promesa del Gobierno catalán de hacer una consulta sobre la independencia. “Es fácil poner nervioso a un pueblo con un referéndum”, apuntó, para agregar que esta votación “no siempre es una forma de democracia”.

Las críticas de Minc se extendieron a la actitud del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Según el francés, Rajoy y el presidente de la Generalitat, Artur Mas, se comportan como “dos coches que van uno contra otro y aún ninguno de los dos ha dado un volantazo para evitar el choque”. Minc comparó a ambos líderes con Jordi Pujol y Felipe González, a los que tildó de “hombres de Estado” antes de concluir que si ambos mandaran ya hubieran llegado a un pacto.