De La Garrotxa a los Stones

Históricamente las emisoras musicales de radio barcelonesas han tenido un papel importante en la celebración de la fiesta mayor de la ciudad. Este año también ha sido así: seis emisoras (Cadena 100, Flaix FM, 40 Principales, Europa FM, Dial y Máxima FM) han organizado sus multitudinarios conciertos dejando claro en cada uno de ellos su personalidad diferenciadora.

El domingo le tocaba el turno a los 40 Principales que ejerció su poder de convocatoria en la avenida de María Cristina con un cartel de lo más variado que iba desde el toque latino al rock autóctono pasando por todo tipo de p...

Históricamente las emisoras musicales de radio barcelonesas han tenido un papel importante en la celebración de la fiesta mayor de la ciudad. Este año también ha sido así: seis emisoras (Cadena 100, Flaix FM, 40 Principales, Europa FM, Dial y Máxima FM) han organizado sus multitudinarios conciertos dejando claro en cada uno de ellos su personalidad diferenciadora.

El domingo le tocaba el turno a los 40 Principales que ejerció su poder de convocatoria en la avenida de María Cristina con un cartel de lo más variado que iba desde el toque latino al rock autóctono pasando por todo tipo de pistas de baile. A pesar de la disparidad de la oferta la avenida se abarrotó de un público adolescente, casi infantil en mucho casos, que si exceptuamos las primera y apretujadas filas ante el escenario, estaba allí más por la fiesta que por la música. Y esa era la idea porque prácticamente todos los que subieron al escenario lo hicieron con la única aparente aspiración de poner a bailar al personal.

Se salvaron de esa tónica el cuarteto de La Garrotxa Teràpia de Shock que, muy mudaditos ellos (camisa blanca y corbata), ofrecieron una actuación tan seria como contundente que concluyó, no podía ser de otra manera, con el Sense tu (popular por la serie Polseres vermelles) coreado por toda la asistencia.

Del resto del cartel solo destacar la buena presencia escénica de la rumanesa Inna a pesar de que todas sus canciones se basan en el mismo y machacón ritmo. Durante su actuación la Fuente Mágica empezó a funcionar pero la enormidad del escenario, aquí no era transparente como ante la catedral, impidió ver las evoluciones acuáticas. Lástima, hubiera sido un buen complemento.

A esas horas una plaza de Catalunya acogía más variación rítmica aunque la oferta estaba basada solo en el recuerdo de los Rolling Stones. Un homenaje multitudinario al grupo británico para celebrar sus cincuenta años en la carretera pertrechado por Smoking Stones. Ante una plaza casi repleta de un público aquí ya más crecido la banda barcelonesa desparramó un puñado de versiones de buena factura aderezadas con la camisa verde del cantante y la cinta en el pelo del guitarrista.