“En el underground está todo, menos el dinero”

Los pontevedreses Unicornibot publican hoy Mambotron, su tercer disco, que estrenan en directo el próximo viernes en Santiago

Unicornibot

De las primeras cosas que a una se le ocurre preguntarles es de dónde procede esta aleación poderosa, rara e inclasificable que suena como si tuviese detrás la fragua de Vulcano. ¿Es rabia? “Somos de una generación con muchas razones para estar furiosos, pero nuestra forma de tocar no va por ahí; más bien es que somos muy nerviosos, no podemos parar de hacer cosas, discutimos mucho y los minutos antes de tocar siempre hay mucha tensión. Creo que eso queda reflejado en la música que hacemos”, explica el bajista Toño Rodríguez, uno de los cuatro miembros de Unicornibot, la banda pontevedresa que...

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De las primeras cosas que a una se le ocurre preguntarles es de dónde procede esta aleación poderosa, rara e inclasificable que suena como si tuviese detrás la fragua de Vulcano. ¿Es rabia? “Somos de una generación con muchas razones para estar furiosos, pero nuestra forma de tocar no va por ahí; más bien es que somos muy nerviosos, no podemos parar de hacer cosas, discutimos mucho y los minutos antes de tocar siempre hay mucha tensión. Creo que eso queda reflejado en la música que hacemos”, explica el bajista Toño Rodríguez, uno de los cuatro miembros de Unicornibot, la banda pontevedresa que lanza su tercer disco, Mambotron, dentro del sello independiente Matapadre, cuyo catálogo, que además de este cuarteto reúne nombres como Telephones Rouges, Disco Las Palmeras!, Lendrone y Colectivo Oruga, es una síntesis de algunos estilos que pueblan la nutrida escena musical underground gallega.

Esa palabra, esas etiquetas necesarias y odiadas. Habitar en el subsuelo es, básicamente, no tener pasta para nada y tener que buscarse la vida en todo. También es un ámbito de libertad en el que las actitudes tienen el sabor de lo auténtico: morder con fuerza, comer con hambre y tocar con ganas. Es “de verdad”. Y receptores interesados, en las mismas condiciones bajo tierra. ¿Qué tal se vive en el underground? “La presión de las instituciones cada vez va a más: el IVA cultural, los permisos, las licencias; por otra parte, la gente no tiene dinero y deja de ir a los conciertos. Eso sí, por tu cuenta y riesgo no ganas un puto duro pero haces lo que te da la gana. El underground tiene público, lugares, experiencias… Todo lo que necesitas para hacer música, excepto el dinero, pero el dinero no está en ningún lado”.

Tampoco lo está en el Liceo Mutante, una asociación cultural sin ánimo de lucro que funciona en Pontevedra desde hace dos años con no pocos problemas con la autoridad local, aunque, tras un momento muy crítico el pasado invierno, en la resaca de la tragedia del Madrid Arena, las aguas parecen estar tranquilas ahora. Para el grupo, nacido en 2009, significa algo más que su casa. La sede es un nexo para gentes inquietas en un espacio autogestionado en el que se programan conciertos, talleres, exposiciones y ciclos de cine, entre otras actividades, por el que han pasado unas cuatro mil personas en su corta vida. Unicornibot estrenaron el local con un directo en julio de 2011 y ahora es el escenario del primer videoclip de Mambotron, llamado, precisamente, “Liceo Mutante”. Dirigida por el realizador David Tombilla, otro artista en red con el grupo y con el Mutante, la pieza audiovisual es una fantasía musical y gastronómica con ingredientes muy familiares.

Las distancias se acortan, o eso parece. Ya lo rompieron absolutamente todo en sus primeras entregas, los explosivos Hare Krishna (2010) y Dalle! (2012), ejercicios muy retranqueiros de velocidad y virtuosismo por el bajista, los guitarristas Álex Gayoso y Gonzalo Goitia y el batería Guillermo García en la senda del math rock, que significa, en términos muy generales, unir esquemas y ritmos dispares. Sin voces, como es marca de la casa “por el momento, hasta que encontremos nuestro lenguaje”, puntualizan, Mambotron suena a ellos mismos y algo más: incluso casi armonioso, pero solo por momentos. A fin de cuentas, son once temas en media hora. El título viene del calificativo jocoso de “mambo noise” con el que aparecieron en el cartel que anunciaba uno de sus conciertos y de ahí que empezaran a jugar con el nombre. ¿Es que se han tranquilizado los chicos de los gorros de papel albal? “Mambo suena a energía de buen rollito y es cómo ha evolucionado nuestro cachondeo a lo largo de estos años, que solo fueron cuatro pero parece que hemos vivido treinta. ¡Al principio nada más que venían músicos a nuestros bolos, y ahora gente podrá bailar en nuestros conciertos y no solo pegar botes!”, explica, entre risas, Gayoso. “¿Nos habremos relajado?”, se pregunta, a continuación, el bajista, visiblemente preocupado. “Espérate a la gira…”, le contesta enseguida el guitarra.

La gira del unicornio robótico arranca este próximo viernes, 13 de septiembre, en Zona C de Santiago de Compostela (21.00 horas) junto con los vigueses Camarada Nimoy, después visitan Madrid, Zaragoza y Barcelona, para el BAM Festival, antes de emprender rumbo a Francia, Bélgica y Holanda. Estarán de vuelta a principios de octubre, el día 5 en el Liceo Mutante, y no pararán de tocar por toda la Península y Canarias hasta finales de noviembre.

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