Feijóo: “De momento, la campaña de fuegos es extraordinariamente positiva”

El presidente sostiene que ha ardido un tercio de la media de hectáreas en las últimas décadas

El presidente durante la rueda de prensa ÓSCAR CORRAL

La Agencia Española de Meteorología ha certificado que la ultima primavera en Galicia fue la más fría y lluviosa desde 1986. Las precipitaciones se acumularon durante esos tres meses con temperaturas extremadamente bajas. Pese a ello, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, optó ayer por incluir ese período en su comparativa de incendios, lo que le permitió afirmar que los datos de este año sobre fuegos son “extraordinariamente positivos”. A semejante conclusión llegó el presidente tras confrontar las cifras de fuegos (desde enero hasta el pasado miércoles a las 21.30 horas) con los r...

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La Agencia Española de Meteorología ha certificado que la ultima primavera en Galicia fue la más fría y lluviosa desde 1986. Las precipitaciones se acumularon durante esos tres meses con temperaturas extremadamente bajas. Pese a ello, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, optó ayer por incluir ese período en su comparativa de incendios, lo que le permitió afirmar que los datos de este año sobre fuegos son “extraordinariamente positivos”. A semejante conclusión llegó el presidente tras confrontar las cifras de fuegos (desde enero hasta el pasado miércoles a las 21.30 horas) con los registros históricos de ese mismo período en las últimas dos décadas.

Según ese cálculo de la Xunta, en 2013 ha ardido hasta el 28 de agosto, “un tercio” del terreno que solía quemarse históricamente: 7.903 hectáreas este ejercicio frente a las 23.918 del promedio de los últimos 20 años. Por eso y tras remarcar que septiembre y octubre serán “meses difíciles”, el jefe del Ejecutivo afirmó: “No quiero considerarlo un balance definitivo. Las cifras están siendo extraordinariamente positivas, la preocupación del Gobierno, dada la intencionalidad y la decisión de algunos de quemar Galicia, se mantiene”.

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Esa fue la segunda pata de su discurso ayer: dar a entender que los incendios forestales son un mero problema de orden público y que por eso compete a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado señalar a los culpables y a los jueces, dictar las condenas. De hecho, el presidente pidió más trabajo a los servicios de información de los cuerpos policiales para incrementar los arrestos. “Somos todos los que debemos trabajar: brigadas, Guardia Civil, policía, jueces y Ejército para señalar quiénes son los que nos quieren quemar. Tenemos que trabajar para intentar detener a aquellos que nos quieren quemar”. Y deslizó, como hizo la conselleira de Medio Rural, Rosa Quintana, en las últimas horas, que los grandes fuegos de esta semana (el de Cualedro, que quemó 2.200 hectáreas, y el de Ribeira, donde tuvo que ser desalojado el polígono industrial) fueron intencionados, pese a que los estudios de la policía autonómica no están rematados y a que conclusiones similares apuntadas por la Xunta tras el fuego que asoló hace año y medio As Fragas do Eume fueron luego desbaratadas por informes técnicos. La tesis del Gobierno actual copia argumentos esgrimidos por el bipartito en 2006 y antes por la Xunta de Fraga a finales de los 90: los focos nacen cerca de las infraestructuras y se repiten a lo largo de un mismo fuego.

Los estudios que año a año coordina la fiscalía de Medio Ambiente y en los que participan Guardia Civil, policía autonómica y agentes forestales siempre han descartado la existencia de tramas organizadas para prender el monte y subrayan que calificar un incendio como provocado solo implica que no es fortuito, no que sea intencionado. Aluden a multitud de causas entre las que abundan las negligencias, incluidas las quemas descontroladas, que se repiten en períodos de alto riesgo (con viento nordeste, baja humedad y temperturas altas).

Feijóo aportó otro dato para responder a las críticas de la oposición y del personal de las brigadas sobre la falta de medios. Reveló que de los 1.906 fuegos desatados desde enero, 1.483 no pasaron de una hectárea. El porcentaje es similar al de todos los años, y el presidente subrayó que confirma la “eficacia del dispositivo”. Por último, insistió en su reclamación de que endurezcan las penas para los incendiarios, que ya trasladó hace meses al ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón. Exigió Feijóo que quienes queman los montes corran con los gastos de la extinción y los destrozos, una facultad que tienen desde siempre los jueces (la responsabilidad civil derivada del delito incluida en el Código Penal) y que figura en numerosas sentencias. Feijóo hizo estas declaraciones en la semana en que más fuegos importantes ha habido en Galicia desde la feroz oleada de 2006. En la última semana la Xunta ha decretado siete alertas 1 (peligro para personas y casas). Algo inaudito desde hace siete años.

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