La memoria taurina guipuzcoana

Antonio Fernández Casado presenta un volumen en el que repasa la tradición de la fiesta en la provincia

Antonio Fernández Casado (izquierda), minutos antes de la presentación de 'Diccionario taurino guipuzcoano'.JAVIER HERNÁNDEZ

San Sebastián este año se ha quedado sin toros, pero para cubrir el hueco, aunque sea el de la memoria, el libro Diccionario taurino guipuzcoano repasa la tradición de la fiesta en la provincia y la ciudad. El volumen, escrito por Antonio Fernández Casado, articulista de la materia para varios medios, entre otros, este periódico, ha sido presentado esta mañana en la capital guipuzcoana por su autor.

El libro, dividido en cuatro partes, supone un exhaustivo recorrido por la tradición taurina en el territorio. Fernández Casado repasa dos siglos de historia a través de las peculia...

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San Sebastián este año se ha quedado sin toros, pero para cubrir el hueco, aunque sea el de la memoria, el libro Diccionario taurino guipuzcoano repasa la tradición de la fiesta en la provincia y la ciudad. El volumen, escrito por Antonio Fernández Casado, articulista de la materia para varios medios, entre otros, este periódico, ha sido presentado esta mañana en la capital guipuzcoana por su autor.

El libro, dividido en cuatro partes, supone un exhaustivo recorrido por la tradición taurina en el territorio. Fernández Casado repasa dos siglos de historia a través de las peculiaridades de la tauromaquia vasco navarra, los diversos ruedos que han acogido los municipios de la provincia, los toreros del territorio y los empresarios taurinos de San Sebastián. "Este libro pretende levantar acta de los principales protagonistas y escenarios en los que se desarrolló la tauromaquia en Gipuzkoa", ha explicado su autor.

El autor señala como 1828 el primer año del que queda constancia de celebraciones de corridas de toros en San Sebastián, casi 200 años, en los que, como ha recordado, la fiesta en la capital guipuzcoana sólo se ha visto interrumpida en escasas ocasiones. La primera, al final de la última Guerra Carlista, en 1875, la segunda, en 1936, el año del estallido de la Guerra Civil, la tercera, el parentésis que marcó la demolición de la plaza de toros del Txofre, en los estertores del Franquismo, hasta la construcción de Illunbe, y la cuarta y última, este 2013 con la decisión del Ayuntamiento de prohibir los festejos en el coso donostiarra.

Fernández Casado ha recordado ruedos como el de Arrasate, que despareció una vez que lo hizo el balneario de Santa Águeda, o el de Irún, una plaza que en 1910 vio como el torero Minuto tuvo que faenar vestido de pelotari por haber perdido sus trajes de luces. El autor también ha destacado algunos de los nombres propios del toreo guipuzcoano, que aunque no haya dado grandes matadores, ha sumado en toda su historia un total de 127. Luis Mazzantini quizás sea uno de los destacados, por revolucionar los moldes del toreo clásico e Iker Cobo el último diestro guipuzcoano en activo, que como ha explicado Fernández Casado, tuvo que emigrar a Venezuela para poder desarrollar su arte.

A preguntas de los periodistas, Fernández Casado no ha tenido reparos en criticar la decisión del Ayuntamiento, en manos de Bildu, de vetar las corridas en Illunbe. Para el escritor la coalición debería de haber convocado una consulta, como han hecho otros municipios, además ha puntualizado que la celebración de la fiesta en San Sebastián siempre ha estado ligada al turismo con lo cual, la decisión "en ningún caso beneficia a la ciudad". Fernández Casado también ha lanzado algún que otro reparo a los empresarios, al achacarles "falta de imaginación" para relanzar la fiesta con corridas a la portuguesa.

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