La primera promoción valenciana de Berklee se gradúa al estilo americano

74 alumnos de 27 países cursan diversos másteres como música para videojuegos

Valencia -
Alumnos graduados de Berklee se despiden tras la ceremonia.MÒNICA TORRES

Un quinteto de viento recibió a los graduados, tocados con birretes y togas, interpretando el himno estadounidense, tan reconocible gracias a las películas y las medallas olímpicas. Fue una ceremonia al más puro estilo norteamericano, en la sala Martín y Soler del Palau de les Arts de Valencia, para celebrar la primera promoción de estudiantes de los másteres que imparte Berklee College of Music en la sede europea de la prestigiosa escuela de música, el primero fuera de su campus.

74 alumnos seleccionad...

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Un quinteto de viento recibió a los graduados, tocados con birretes y togas, interpretando el himno estadounidense, tan reconocible gracias a las películas y las medallas olímpicas. Fue una ceremonia al más puro estilo norteamericano, en la sala Martín y Soler del Palau de les Arts de Valencia, para celebrar la primera promoción de estudiantes de los másteres que imparte Berklee College of Music en la sede europea de la prestigiosa escuela de música, el primero fuera de su campus.

74 alumnos seleccionados de 27 países han cursado estudios de composición, de actuación y grabación, de música para cine, televisión o videojuegos impartidos, o de gestión de la industria musical y del entretenimiento. El acto sirvió también para anunciar la apuesta para el próximo curso de un nuevo posgrado para el campus valenciano, la innovación tecnológica musical. Berklee se ha distinguido desde su fundación en 1945 en Boston por abrir sus puertas a las expresiones artísticas innovadoras y populares, que en su momento no contaban supuestamente con el nihil obstat de la llamada cultura con mayúsculas. Fue la primera universidad en ofrecer formación en jazz y ahora dispone de cursos de hip hop o música del mundo.

Pero lo primero que destacaban los jóvenes artistas graduados fue el año de convivencia con gente muy dispar, de procedencias, culturas y tradiciones muy diferentes. Como el compositor italiano Paolo Cognetti, que quiere especializarse en música para cine, que elogiaba el “bellísimo ambiente internacional, que se ha sido muy interesante”. También el mexicano de Monterrey Alejandro Chapa, bajista electrónico, que agrega, a la convivencia con gente de todos lados, la confianza en su talento que ha atesorado “ahorita” después de recibir las clases por profesionales cualificados, algunos con premios Emmy a sus espaldas. El compositor valenciano David Antolín, uno de los seis españoles graduados, incidía en que las herramientas que te proporciona la escuela para enfocar el trabajo hacia múltiples disciplinas a través de soportes diversos. “Se aprende con prácticas y experiencia”, añadió.

También estuvo presente la cantante Sole Giménez, que impartió unas clases de canto en otros cursos. Y el cantante José María Cano (componente de los extintos Mecano). Pero abundaron más los representantes políticos, como la consejera de Cultura, María José Català, y académicos, como el rector de la Universidad Politécnica de Valencia, centro al que están inscrito sus estudios de posgrado, además del presidente de la escuela, Roger Brown, o el responsable del campus valenciano, Guillermo Cisneros.

A los estudiantes de máster, la matrícula les supone 24.500 euros, pero muchos de ellos están becados. Los artistas han participado en numerosas actuaciones y conciertos, el último de ellos el pasado domingo por la noche en la Rambleta.

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