Un enchufe desde Nicaragua

El diputado Daniel Fernández se reunió en la sede del PSC con la alcaldesa de Montcada para colocar a una excargo de Nadal

Daniel Fernández. GIANLUCA BATTISTA

La sede del PSC, en la calle de Nicaragua de Barcelona, fue el escenario de una reunión clave para colocar, presuntamente, a una excargo del Gobierno tripartito en el Ayuntamiento de Montcada i Reixac, controlado por los socialistas. El diputado autonómico Daniel Fernández, imputado por tráfico de influencias en el caso Mercurio, llamó a su despacho a la alcaldesa de Montcada, María Elena Pérez. Su objetivo, según la fiscalía, era presionarla para qu...

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La sede del PSC, en la calle de Nicaragua de Barcelona, fue el escenario de una reunión clave para colocar, presuntamente, a una excargo del Gobierno tripartito en el Ayuntamiento de Montcada i Reixac, controlado por los socialistas. El diputado autonómico Daniel Fernández, imputado por tráfico de influencias en el caso Mercurio, llamó a su despacho a la alcaldesa de Montcada, María Elena Pérez. Su objetivo, según la fiscalía, era presionarla para que contratara a Carmina Llumà como directora de Urbanismo del Consistorio pese a que no había superado las pruebas de selección.

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La reunión se celebró el 18 de mayo de 2012, apenas tres días después de que los técnicos calificaran como “no apta” a Llumà, que fue secretaria general de Obras Públicas a las órdenes del socialista Joaquim Nadal y está casada con el jefe de servicios jurídicos de Sabadell, Marcel Galofré, hombre de la máxima confianza del exalcalde Manuel Bustos. Fernández, que entonces ejercía como secretario de organización del PSC, se reunió con la alcaldesa para “presionarla” e imponer a su candidata contra los criterios del tribunal, según la fiscalía.

Dos concejales de Montcada —Juan Parra, de Urbanismo, y Carmen Porro, de Recursos Humanos— explicaron ayer, en su declaración como testigos ante el magistrado del TSJC que investiga el caso, que la reunión se celebró. A preguntas del juez, Parra afirmó que solo acompañó a Nicaragua a la alcaldesa, pero que no participó en el acto. El fiscal anticorrupción Fernando Bermejo le reprodujo una conversación telefónica de esa misma tarde, en la que Fernández comenta a Bustos que había dado indicaciones sobre el asunto a la alcaldesa y a Porro —a la que define como “buena tía”— y que el asunto estaba arreglado. “No recuerdo”, matizó entonces la concejal. La edil añadió que, en los meses previos al encuentro, había acudido a la sede del PSC —junto a Pérez— a “dar voces” entre los socialistas para encontrar a un experto en Urbanismo.

La edil designó a Carmina Llumà, pese a que fue declarada “no apta”

Tras recibir, presuntamente, las instrucciones de Fernández, la alcaldesa llamó a una reunión en el Ayuntamiento a los concejales Parra y Porro, a un miembro del tribunal y a las psicólogas que dieron el “no apta” a Llumà. Las técnicos explicaron en su día que, tras el encuentro, bajaron “el listón” de los psicotécnicos. Los concejales, en cambio, sostuvieron que solo se redefinió el perfil del cargo para que el elegido fuese un experto en urbanismo. Los técnicos acabaron declarando apta a Llumà, que competía con otra aspirante. El 29 de mayo, la alcaldesa nombró para el cargo a la ex mano derecha de Nadal.

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En la causa figuran 10 llamadas telefónicas que ratifican las sospechas sobre Fernández y Bustos. En una de ellas, el diputado pide que “al no apta le quiten el no”. En su declaración, el ex número dos del PSC dijo que la frase se había sacado de contexto y que pensaba que se trataba de un cargo de confianza, y no de un concurso público.

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