DIEGO LÓPEZ | Director de la Cámara Oficial Mineira

“Hay canteras que han contribuido a que una zona sea Red Natura”

La Cámara Oficial Mineira de Galicia aboga por no vetar a priori ningún espacio a las explotaciones

Diego López, director de la Cámara Oficial Minera.GABRIEL TIZÓN

La Cámara Oficial Mineira de Galicia, la organización empresarial en la que la Xunta ha delegado el diseño de las reglas de juego del sector, aboga por no vetar a priori ningún espacio a las explotaciones. Su director, Diego López González (A Coruña, 1975), defiende que la apertura de minas y canteras es no solo “compatible” con la conservación de la naturalezasino que “contribuye al valor ecológico” de ciertos parajes.

Pregunta. ¿Por qué ponen ahora las multinacionales los ojos en el subsuelo de Galicia?

Respuesta. Es una cuestión coyuntural. Se...

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La Cámara Oficial Mineira de Galicia, la organización empresarial en la que la Xunta ha delegado el diseño de las reglas de juego del sector, aboga por no vetar a priori ningún espacio a las explotaciones. Su director, Diego López González (A Coruña, 1975), defiende que la apertura de minas y canteras es no solo “compatible” con la conservación de la naturalezasino que “contribuye al valor ecológico” de ciertos parajes.

Pregunta. ¿Por qué ponen ahora las multinacionales los ojos en el subsuelo de Galicia?

Respuesta. Es una cuestión coyuntural. Se ha incrementado la demanda de materiales metálicos, en general de las materias primas, sobre todo por China e India, y han subido los precios. Yacimientos gallegos que en el pasado no eran rentables ahora sí lo son.

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P. ¿Es una oportunidad perdida para las empresas gallegas?

R. En Galicia la minería metálica desapareció hace muchos años, no hay empresas dedicadas a ella. Y quizás las circunstancias económicas no les dan capacidad para esas inversiones.

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P. ¿Dejarán algo aquí esas explotaciones de multinacionales?

R. En As Pontes se creó una térmica, se dio mucho empleo, se abrieron empresas de servicios, industrias, polígonos industriales… En Meirama igual.

P. Pero las minas de las que hablamos son de metales, no de combustibles, y de periodos de explotación más cortos.

R. Hay que verlo a escala.

P. ¿Y en el sector en Galicia?

R. En el sector industrial, por supuesto que sí, porque habrá demanda de instalaciones, de equipos… En las mineras habrá que ver caso a caso, si es posible establecer alguna alianza.

P. ¿No cree que las multinacionales confían en poder abrir negocios con menos controles por la desesperación que hay en este país por el altísimo desempleo?

R. No veo ese riesgo. La legislación europea y española, medioambiental y de seguridad, es tremendamente garantista. La ley garantiza que no se abrirá ninguna explotación que no cumpla unos requisitos mínimos y la Administración y sus funcionarios hacen un control que garantiza el cumplimiento estricto de lo exigido a las empresas, que están obligada a poner una garantía financiera que cubra la restauración de la explotación, de las balsas y escombreras y de los daños de posibles accidentes

P. Su antecesor en la dirección de la Cámara fue uno de los altos cargos que ejercía ese control ambiental en los gobiernos de Manuel Fraga, José Manuel Álvarez Campana. Fue fichado después de que el PP perdiera la Xunta en 2005. ¿No cree que este tipo de movimientos dan motivos para desconfiar del control que ejerce la Administración?

R. Desconozco las circunstancias de aquella contratación. Yo soy ingeniero de minas y no tengo ninguna relación con la política.

P. ¿Tienen cuantificadas las canteras abandonadas que no cumplen el mandato legal de restauración ambiental?

R. No. Puede haber explotaciones que parecen abandonadas y lo que están es paralizadas.

P. En una búsqueda rápida en Internet, aparecen seis casos documentados en O Courel y uno, de denuncia reciente, en el monte Neme, una zona muy visitada entre Malpica y Carballo, sin medidas para evitar accidentes.

R. Habría que ver caso por caso, si es abandono o paralización. Los vecinos tienen que hablar con la Administración.

P. Pero a ustedes les afecta, esta dejación alimenta las movilizaciones en contra de los proyectos y la falta de confianza.

R. Hablar de falta de control de la Administración sería tremendamente injusto. No conozco otro sector en el que las empresas tengan que presentar todos los años un informe de las labores que se han hecho y las que se van a hacer en el siguiente, también en seguridad y restauración ambiental. Otra cosa es que haya casos puntuales que generan mala imagen. Hay 300 explotaciones en Galicia y llegaron a ser 400, y no había problemas. A lo mejor no hemos sabido comunicar las bondades del sector. Hay que minimizar o eliminar esos casos con problemas pero la Administración ya está trabajando en ese sentido. Nosotros explotamos un bien de interés público y forma parte de la riqueza del Estado. El control de la Administración es tradicional, siempre ha existido.

P. ¿Cuántas carecen de las licencias pertinentes?

R. Hay bastantes. Están en situación irregular pero no quiere decir que sean ilegales o estén incontroladas. En 2002 la Lei do Solo estableció requisitos nuevos: la necesidad de licencias municipales para explotaciones en determinados tipos de suelos especialmente protegidos. Y se dio un periodo transitorio para obtenerlas que no ha concluido. Si están en determinados suelos de especial protección se estableció, el Consello de la Xunta debía decidir si se primaba la actividad extractiva o no. Las empresas iniciaron esta tramitación pero el proceso se paraliza cuando llega a los Ayuntamientos, a los que a veces les faltan medios. Y quizás el proceso nunca les ha sido explicado.

P. La ley de 2002 establecía que las explotaciones que no se regularizasen tenían que parar la actividad.

R. No está claro. Pero si se interpreta así habría que paralizar una parte importante del sector. El Plan Sectorial de Actividades Extractivas tiene que contribuir a culminar este proceso.

P. ¿Va a ser una regularización masiva?

R. No. El plan está en proceso de elaboración. La minería debería ser autorizable en todo tipo de suelos, hay que valorar caso a caso y el Consello de la Xunta debe decidir si prima más la protección ambiental o la protección agropecuaria, por ejemplo, o bien la explotación minera. Además pueden ser compatibles. La Comisión Europea ya sacó en 2011 un documento de orientación estableciendo criterios para compatibilizar la actividad extractiva con la Red Natura. Se tendrán que poner unos condicionantes y la empresa hará números para ver si le es rentable. Las reglas del juego las establecerá el plan sectorial.

P. ¿Está la Xunta de acuerdo con este planteamiento?

R. Sí, claro. Nos ha encargado la elaboración del anteproyecto del plan.

P. Si en la regularización se decide que las minas y canteras que ya están en Red Natura no deberían estar ahí, ¿no será tarde después de tantos años?

R. Las primeras declaraciones de Zepas o de LICs en Galicia son de 1998 y la actividad minera es muy anterior. El 25% de las Zepas y el 37% de los LICs tenían explotaciones activas cuando se declararon. En la declaración de LIC de Parga-Ladra-Támega se destaca que las explotaciones mineras sirvieron para conservar la biodiversidad y la presencia de especies ahora protegidas. Hay explotaciones que han contribuido a que una zona se incluya en Red Natura, a su valor ecológico.

P. Hoy está convocada en Santiago una manifestación contra la “megaminería”. ¿Les preocupa la movilización social contra los proyectos en marcha?

R. Nos preocupa porque se genera una imagen distorsionada del sector. Es un problema de comunicación, hay que explicar mejor esos proyectos y quitarle el miedo a la gente, explicarle que las cosas se pueden hacer bien. En Alemania hay explotaciones de lignito en Renania inmensas, que van avanzando y obligan a desplazar a pueblos enteros. El 65% de terreno explotado se ha restaurado y se dedica a la agricultura y ganadería.

P. ¿Y aquí se han hecho bien las cosas hasta ahora?

R. Hemos hecho bien las cosas, se están haciendo bien y ¿por qué no se va a seguir así?

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