PP y PSPV rechazan en las Cortes una iniciativa para hacer otra Constitución

La propuesta de Compromís solo es apoyada por Esquerra Unida

Valencia -
Oltra negocia con López Barceló la enmienda de EU.JOSÉ JORDÁN

Inmovilistas, reformistas y revolucionarios. El debate parlamentario registrado ayer en las Cortes Valencianas evidenció la gran divergencia existente entre los distintos grupos políticos a la hora de abordar las reformas institucionales necesarias para atajar el malestar social.

La diputada de Compromís Mònica Oltra defendió ayer una iniciativa para instar al Congreso de los Diputados a abrir la puerta a un proceso constituyente para redactar una nueva Constitución. Oltra justificó la iniciativa porque “la Constitución se está rompiendo por las costuras de la injusticia en materia soci...

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Inmovilistas, reformistas y revolucionarios. El debate parlamentario registrado ayer en las Cortes Valencianas evidenció la gran divergencia existente entre los distintos grupos políticos a la hora de abordar las reformas institucionales necesarias para atajar el malestar social.

La diputada de Compromís Mònica Oltra defendió ayer una iniciativa para instar al Congreso de los Diputados a abrir la puerta a un proceso constituyente para redactar una nueva Constitución. Oltra justificó la iniciativa porque “la Constitución se está rompiendo por las costuras de la injusticia en materia social y territorial” y “la gente tiene derecho a decidir, no solo a elegir cada cuatro años”.

“De esta crisis solo se puede salir devolviendo el poder constituido al constituyente”, señaló Oltra, que vio rechazada su iniciativa con los votos del PP y del PSPV (79 noes) Y el apoyo de Esquerra Unida (11 síes).

Sin embargo, el objetivo de la diputada ya estaba conseguido, Oltra había conseguido visualizar la disparidad de criterios entre viejos y nuevos partidos.

El PP, a través de su portavoz adjunta Marisol Linares, rechazó frontalmente la propuesta, sin concesiones. “Esta propuesta es un despropósito ¿Es qué no tenemos democracia? ¿Es una anarquía?”, prosiguió Linares, “No se puede arremeter contra el sistema porque no le guste el resultado. Nosotros vamos a ser los garantes de la legitimidad constitucional”.

La socialista Ana Barceló arrancó con tono conciliador. Admitió el malestar de los ciudadanos con la clase política y la necesidad de revisar la Constitución, pero con una valoración objetiva, no con el acaloramiento del debate. “El Grupo Socialista prefiere hacer uso de los mecanismos que tiene la propia Constitución”, admitió, “Coincidimos en el fondo, pero no en la forma”. El tono amable se disipó tan pronto Oltra le replicó: “No estamos de acuerdo, porque ya no vale mover ficha, hay que mover el tablero. De esta crisis saldremos con más democracia o no saldremos”. La respuesta alteró a la socialista Barceló, que en su respuesta sentenció: “No estamos dispuestos a abrir la Constitución en canal”. Lo que le valió más aplausos de la bancada popular que de la suya.

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La parlamentaria de Compromís, advirtió de que “si el PP es el garante de la Constitución las costuras se romperán antes”, y aceptó una enmienda de Esquerra Unida que no introducía demasiados cambios en la iniciativa parlamentaria para facilitar el consenso.

No fue este el único debate sobre las reformas institucionales necesarias que tuvo lugar ayer en las Cortes. Los socialistas presentaron también una propuesta para pedir la retirada del anteproyecto de reforma de la Administración local que impulsa el Gobierno de Mariano Rajoy.

En este caso, el socialista Óscar Tena logró el apoyo de Esquerra Unida, pero no el de Compromís, que se abstuvo. Sin embargo, el PSPV se encontró con el rechazo del PP, tras negarse a incluir una enmienda que descafeinaba la iniciativa. Todos los grupos coincidieron, en menor o mayor grado, en que el anteproyecto requerirá cambios, pero difirieron en la manera de abordarlos.

Los socialistas reclamaron retirar la reforma presentada porque supone una pérdida de competencias y financiación a los pequeños ayuntamientos y abre la puerta a que se desmantelen los servicios públicos. Extremos en los que coincidieron Ignacio Blanco, de Esquerra Unida, y Enric Morera de Compromís, aunque el primero apoyó la iniciativa socialista, “porque lo importante es oponerse a la reforma de Montoro”, y el segundo se abstuvo al ver rechazadas sus enmiendas al texto original. El popular Alfredo Castelló afirmó que retirar el proyecto de ley para buscar el consenso sería “una barbaridad”.

En el mismo pleno, en el que se evidenciaron las discrepancias entre izquierda y derecha y los partidos de gobierno y los que no lo han sido, el PP rechazó también una iniciativa de EU para que la Generalitat reconozca la figura de Guillem Agulló, el joven asesinado en 1993 por un grupo nazi. Los populares reclamaron que se eliminasen las referencias a Agulló en la iniciativa parlamentaria para condenar genéricamente todo tipo de violencia. Una exigencia que fue tachada de vergonzosa por Marina Albiol (EU), que vio como el PP tumbaba su iniciativa.

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